Lecturas: Juan 14:1-4.
En estos versos el Señor vuelve de nuevo a mostrar cuidado por sus amados discípulos, Jesús ha insistido en el tema de su pronta salida, era normal que estas personas estuvieran angustiadas por la separación repentina que iban a sufrir y Jesús no les recrimina ese sentimiento; todos nos hemos sentido así en ocasiones cuando por determinadas circunstancias los planes que hemos trazado no se cumplen o cuando la vida nos presenta cambios inesperados.
La respuesta a la angustia es la confianza, no depositada en otro ser humano o algo físico como el dinero o los bienes, sino en Dios mismo, Jesús es Dios y les desafía a depositar su fe en Él.
El Maestro les hace una referencia muy visual a sus discípulos que aplica como ejemplo para nosotros también, ¿cuál es el lugar donde nos sentimos o nos deberíamos sentir más cómodos y seguros? Imaginemos que nos persiguen, ¿dónde nos sentiríamos seguros? La respuesta puede ser entrar a un edificio o en el auto, pero donde definitivamente nos sentiríamos más seguros es en nuestras casas con la puerta asegurada. Las casas son donde estamos en familia, donde nos sentimos amados y expresamos nuestro amor, es un lugar para estar con los amigos y disfrutar. Ahora imaginemos la experiencia sublime que nos espera al llegar al hogar celestial con nuestro Dios donde estaremos con Él para siempre.
- Gracias Señor por preparar tu casa para nosotros.
- Podemos confiar en el Señor, el cual no nos defraudará.
MD/HG
Jesús: Confiemos en Dios. “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí”. Juan 14:1.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.