Mártires de la Fe
Niños de valor
Corea del Norte: Cheng Lee y Hong Jun
Los comunistas les dicen a los niños de Corea del Norte que sufrirán un destino horrible si alguna vez los atrapan en China. Aun así, los niños también saben que si son lo bastante afortunados para escapar, deben buscar un edificio que tengan una cruz. Dos niños de Corea del Norte que lograron llegar a una iglesia china contaron sus historias al ministro.
«Mi hermana es Cheng Lee. Mi hermana y yo vimos a nuestros padres morir de hambre. Logramos cruzar el río Yalu caminando mientras estaba aun congelado. Una vez que llegamos al otro lado, mi hermana mayor dijo: Quédate aquí. Yo tengo que ir solo un poco más adelante. Ella nunca regresó.» Cheng solo tenía en ese entonces seis años de edad.
Hong Jun, un niño de once años de edad dijo por su parte: «Yo quiero regresar a Corea del Norte y hablarles a otros de Cristo». Al decir esto el niño entre lagrimas comenzó a cantar la siguiente canción:
«Ah, Señor danos la voz del evangelio,
Por nuestros amados hermanos que el Señor amó tanto antes.
¿A donde se han ido todos ellos? El Señor está mirándolos
Ah, Señor, envíanos a ellos, a nuestros amados hermanos coreanos
Ah, Señor, envíanos a ellos, a nuestros amados hermanos coreanos
Donde quiera que estén, permitirles florecer como flores
Unos meses más tarde, a Hong Jun lo secuestraron de la aldea y lo obligaron a regresar a Corea del Norte. Quizás les esté testificando a sus secuestradores ahora.
El valor es una de esas cosas que las personas no saben lo que tienen hasta lo que exige una situación. En el momento crucial cuando se necesita, o bien lo tienen o no lo tienen. Lo mismo se puede decir del carácter, ciertas situaciones revelarán de forma definitiva si lo tenemos o no. como resultado, el carácter y el valor son dos cosas que son difíciles de fingir. Por fortuna, Jesucristo nos da un valor irrevocable y un carácter indudable para los momentos que más lo necesitamos. Pudiéramos presentar una apariencia de valor, pero sólo Jesús nos puede hacer valientes. Pudiéramos presentar una reputación pública impecable, peso sólo Jesús nos puede dar el carácter para los momentos en los que nadie nos está mirando.
¿Donde ves el carácter y el valor obrando en tu vida?.
Y viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús.. – Hechos 4:13
Tomado de: Devoción Extrema, la Voz de los Mártires, pág.268