Lectura: Salmos 66:1-8
Los días de fiesta tienen diversos significados para las personas, pero a la mayoría nos gusta tener alguna razón para celebrar. Es en los días festivos cuando muchas familias aprovechan para salir a los parques recreativos de las ciudades junto a cientos de personas, para disfrutar de un tiempo de descanso y diversión.
¿Alguna vez trataste de celebrar sólo? Ver un fuego artificial no es tan divertido sino se tiene a alguien con quien disfrutarlo. Las comidas en el campo se disfrutan más si podemos compartirlo con otros; los cumpleaños, aniversarios, ver al equipo deportivo favorito y las graduaciones, son mejores si se está en compañía de muchos parientes y amigos.
Los creyentes tenemos muchas razones por las cuales celebrar, y no solamente unas veces al año. Al reunirnos con otros que aman al Señor y le siguen como Salvador, somos alentados por ellos y celebramos juntos todas las maravillas que tenemos en Cristo (Hebreos 10:24-25). El salmista también nos exhortó a recordar y agradecer todas sus obras y elevar nuestras voces de agradecimiento alabando Su santo nombre (Salmos 66:5-8).
1. Así que cada día debemos celebrar el amor, la bondad, gracia, misericordia y provisión, que tan sólo provienen de Dios.
2. Si conoces a Cristo como tu Señor y Salvador, tendrás siempre una razón para celebrar.
HG/MD
“¡Aclamen a Dios con alegría habitantes de toda la tierra! Canten a la gloria de su nombre; denle la gloria en la alabanza.” (Salmos 66:1-2).