Lectura: Isaías 9:1-7

El anunció del ángel a José fue el siguiente: “Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).

El nombre de Jesús es la forma griega de la palabra hebrea Joshua, que es una contracción de dos palabras, Jehová y Oseas, que significa “Dios es Salvación” o “Dios Salvador”

Este es su nombre.  Este es el nombre que es sobre todo nombre, y es el único nombre que nos puede salvar.  Nadie puede tomar su lugar o acercarse a Dios sin Él.

Respetamos los nombres de los patriarcas de la Biblia y los hombres y mujeres de Dios de la historia más reciente, sin embargo todo el mundo deberá doblar rodilla delante de Jesús (Fil. 2: 9-11). Incluso su propia madre reconoció su necesidad de un Salvador (Luc.1:47). Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Tim. 2: 5-6).

Sí, podemos tener respeto por los hombres y mujeres piadosas de la Biblia.  Y reconocemos los buenos aportes de las personas que a lo largo de la historia han vivido fielmente para Cristo, proclamando el evangelio.  Más no debemos adorar a estas personas.  Sólo Jesús es digno de nuestra adoración, Él es el Hijo de Dios, de quien Isaías proclamó: “Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros,  y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Is.9: 6).

1. Sólo en Jesús hay salvación.  Si aún no has confiado tu vida a Jesús, hoy puede ser el inicio de la más maravillosa aventura de tu vida, la cual tiene efectos en la eternidad.  Acepta el regalo de salvación que Jesús te ofrece, reconociendo que tú sólo no puedes y que le necesitas para que Él te brinde vida eterna.
2. Jesús es todo lo que necesitamos.

NPD/MDH