Plan de Lectura: Salmos 80 – 83.
Es interesante cuando uno ve la ingenuidad de un niño, cree por ejemplo que Superman es poderoso, y que nadie lo puede vencer, pero es un héroe de ficción, que no es invencible. Que diferencia con nuestro Dios, nadie lo ha derrotado, ya que en Él, está todo el poder y la fuerza.
En la realidad y no en la ficción, el único Omnipotente es Dios. (Omni =todo; potente =poder) ¿Que significa? Dios tiene Todo poder, es el Todopoderoso. Él posee todo el poder, y lo ejerce para bien de la humanidad, Dios tiene la habilidad y la fuerza todopoderosa, para hacer su voluntad.
Nada ni nadie puede oponerse al poder de Dios, quien puede llevar a cabo todo, para bienestar de la humanidad. Además, todo el poder se deriva y origina en Dios.
Bien dice el profeta: «¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible” (Jeremías 32:17)
Hoy terminamos los salmos de Asaf. Ninguno, con la excepción de Jesús, lo cita en Juan 10:34, probando la inspiración de sus palabras y profecías. Así que hemos de apreciarlas como las de David.
1. Salmo 80. Este salmo nos presenta a Dios en dos papeles agrícolas, ¿Cuáles eran? ¿Qué dijo Jesús que es igual? ¿Cuál es el nombre cuatro veces repetido en este salmo? ¿Qué significa para ti ese nombre?
2. Salmo 81. En su oficio de profeta, Asaf escribe parte del salmo en tercera persona, y la otra parte en primera persona. ¿Quién era Dios para Israel? ¿Qué prometió Él? ¿Por qué no logramos todo lo que Dios quiere hacer por medio de nosotros?
3. Salmo 82. Este es uno de los salmos más difíciles de interpretar y el que Jesús citó. Para entenderlo mejor, esta palabra “dioses” se puede substituir por la palabra “jueces”. ¿A quién estaba exhortando en este salmo? ¿A quiénes estaba exhortando Cristo en Juan 10? Al leer estos dos pasajes se nos facilita la interpretación de este salmo.
4. Salmo 83. ¿Quién es cómo Dios? Al responder esta pregunta podemos poner en la proporción correcta a los que adversan la fe y lo que ellos representan cuando los ponemos en comparación de nuestro extraordinario Dios. Recuerda esto la próxima vez que no sientas que estás ganando la batalla. ¿Quiénes son los enemigos modernos de Dios, la Iglesia y el creyente?