Lectura: Proverbios 16:19-24

Felipe siempre admiró la relación que tenían sus suegros, entonces un día les preguntó: ¿Cuál es la clave para un matrimonio perdurable como el suyo?

Ellos se quedaron viendo el uno al otro y respondieron: “Primero, Dios está en el centro de nuestra relación y segundo, es necesario mantener la dulzura”.

Sin lugar a dudas este es un excelente consejo para fortalecer las relaciones humanas.  Y es que las presiones de la vida diaria pueden volvernos irritables con nuestro cónyuge u otras personas que nos rodean, haciendo incluso que lleguemos a molestarnos por cosas insignificantes o que reaccionemos ante situaciones que en verdad no son trascendentales. Esto provoca que sin pensar explotemos y digamos palabras crueles e hirientes.

En el libro de los Proverbios se nos aconseja ampliamente sobre las palabras que usamos con los demás.  Allí encontramos los siguientes consejos: “El que guarda su boca y su lengua guarda su alma de angustias” (21:23). Y también nos dice: “La muerte y la vida están en el poder de la lengua” (18:21), y: “Hay quienes hablan como dando estocadas de espada, pero la lengua de los sabios es medicina” (12:18). El consejo de esta pareja sobre “mantener la dulzura” me recuerda a Proverbios 16:24: “Panal de miel son los dichos agradables; son dulces al alma y saludables al cuerpo”.

  1. Señor, llena nuestro corazón de palabras que sean hoy una bendición para los demás.
  2. Uno de los mejores regalos para esta Navidad, es decirles a nuestros seres queridos y a quienes nos rodean, palabras agradables y de ánimo, expresándoles cuánto los amamos.

HG/MD

“Panal de miel son los dichos agradables; son dulces al alma y saludables al cuerpo” (Proverbios 16:24).