Lectura: 2 Pedro 3:1-18
Vivimos tiempos difíciles a nivel mundial: guerras, drogas, pandillas, violencia doméstica, corrupción, y podemos seguir citando acontecimientos terribles. Como creyentes debemos estar alertas, más no sorprendidos. El Señor nos advirtió que vendrían tiempos difíciles (Lucas 21:25-28), adicional a ello como ya leímos en nuestra lectura devocional, el apóstol Pedro tranquiliza a los creyentes al recordarles el perfecto plan de Dios y su victoria final.
Pedro menciona que en los días finales aparecerán burladores malvados que dirán: “¿Dónde está la promesa de su venida?” (2 Pedro 3:4) Quizás muchos de nosotros nos hemos preguntado ¿por qué Cristo no ha regresado? Pedro responde que: “El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con ustedes porque no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
No debemos olvidar que Dios tiene un plan y que todo en su tiempo es perfecto: “Pero, amados, una cosa no pasen por alto: que delante del Señor un día es como mil años y mil años como un día”. A su debido tiempo, de acuerdo con su Plan, el Señor regresará en gloria y dará su merecido a quienes no han confiado en Él, y un hogar anhelado a todos aquellos que aman su venida (2 Pedro 2:13).
Mientras esperamos su regreso (1 Tesalonicenses 4:13-18), debemos producir vidas consecuentes y acordes a nuestro llamado de ser personas honradas y ejemplares (2 Pedro 3:14), debemos resistir las influencias malignas (2 Pedro 3:17) y crecer en la gracia y el conocimiento de Jesús (2 Pedro 3:18).
- A pesar de la maldad que vemos en el mundo, sabemos que pronto vendrá por los suyos el Creador de todas las cosas.
- En lugar de desesperarnos por el mal, compartamos las buenas nuevas de Jesús con el mundo sin esperanza
HG/MD
“Que el Dios de esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, para que abunden en la esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13).
Porque ayudan en mi autoestima
Buen día Dani, toda la gloria es para Dios