Lectura: 1 Timoteo 1:3-15

El Instituto de Ética Informática ha propuesto 10 mandamientos para los usuarios de computadoras. Las normas incluyen:

* No usarás una computadora o sus programas para dañar a otras personas.

* No husmearás en los archivos de otras personas.

* No copiarás o utilizarás software no libre, que no hayas pagado.

* Tú siempre usarás la computadora de tal forma que garantice la consideración y el respeto hacia las demás personas.

Muchos de nosotros hemos tenido contacto suficiente con las computadoras para ver la necesidad de dichas normas.  También podemos darnos cuenta que la mera publicación de las normas o leyes no van a cambiar la naturaleza humana.   Incluso la ley de Moisés, que estos principios tratan de imitar, nunca fue capaz de cambiar el corazón de nadie. Nadie puede ser bueno guardando los mandamientos.

El más alto propósito de la ley es mostrarnos las normas perfectas de Dios y nuestra necesidad de Cristo.   Tan sólo Cristo pudo pagar el precio por nuestro perdón. Nadie más nos capacita para amar:  «de una buena conciencia y de una fe sincera» (1 Tim. 1:05).

Cristo no nos cambió para enseñarnos a guardar la Ley (Gálatas 3:1-5). Él nos transformó al darnos un nuevo corazón. Y eso también va a afectar incluso el uso que le demos a las computadoras
1. ¿Habrá una persona lo suficientemente bueno(a) para entrar en el cielo por sus buenas obras? NO ¿Por qué no? (Rom. 3:23; Ef 2:8-9).

2. Entonces, ¿Cómo puedo agradar a Dios? (Gálatas 5:16-26; 2 Corintios 5:17-20; Juan 3:16).

3. Un cambio de vida es el resultado de un corazón cambiado.

NPD/MRD