Lectura: Salmos 92:1-15

En las Escrituras muchas veces Dios utiliza el recurso de las metáforas, con el fin de que el principio que desea enseñar sea de muy fácil entendimiento para quien lo escucha.

Un ejemplo de esto lo vimos en nuestra lectura devocional: “El justo florecerá como la palmera; crecerá alto como el cedro en el Líbano. Plantados estarán en la casa del Señor; florecerán en los atrios de nuestro Dios.  Aun en la vejez fructificarán. Estarán llenos de savia y frondosos” (Salmos 92:12-14).

Las palmeras son símbolos de una imponente belleza y de gran flexibilidad que le permite soportar los vientos que podrían llegar; por otra parte, los cedros son árboles que poseen una fortaleza inquebrantable. Estas son las características de aquellos que han sido “plantados en la casa del Señor” (v. 13). Sus raíces sanas y fuertes se extienden hasta la profundidad del amor inagotable de Dios.

En este pasaje de las Escrituras, el salmista como buen poeta comienza con un elogio a la alabanza: “Bueno es alabar al Señor” (v.1) Pero alguno preguntará, ¿bueno para qué? Bueno para ti y para mí. A nuestra alma le hace inmensamente bien alejarse de la ansiedad mental, llenar las jornadas con alabanza expresada en oración y recibir cada mañana elevando cánticos de gratitud, porque nos colma de alegría, nos saca de la angustia y reemplaza nuestra tristeza con cánticos de gozo ante “las obras de tus manos” (v. 4). ¿Y cuál es esa obra? ¡La que el Señor está haciendo en cada uno de nosotros!

  1. En la Biblia no encontramos el concepto “dejar de servir en su obra”, lo que sí vemos son ejemplos de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, alegrándose en aprender y servir a Dios y a otros, cada uno según sus posibilidades y habilidades (1 Pedro 4:10-11; Romanos 12:3-8).
  2. Permanece en la Palabra de Dios, arraigado y fundamentado en Cristo, bebiendo de su amor y fidelidad. Entonces, al margen de la edad que tengas, darás fruto, y estarás siempre vigoroso y verde.

HG/MD

“Aun en la vejez fructificarán. Estarán llenos de savia y frondosos para anunciar que el Señor, mi roca, es recto y que en él no hay injusticia” (Salmos 92:14-15).