Lectura: Gálatas 5:1-14

Sin lugar a dudas, creo que a la gran mayoría nos encantan los coloridos fuegos artificiales, que en fechas como hoy deslumbran a todos quienes los ven.

Toda la familia disfruta viendo los brillantes diseños que forman las “bombas que estallan en el aire”, pero no debemos olvidar que también existen otro tipo de “fuegos o bombas” que son mortales y para nada hermosos.  Aunque ambos tienen sustancias similares, unos intentan matar, mientras que los otros buscan entretener.  

En esta metáfora vemos un ejemplo de cómo un mismo dispositivo puede usarse tanto para el bien como para el mal. En manos de personas capaces, cuidadosas y compasivas, algo peligroso se torna maravilloso. Sin embargo, lo opuesto también es verdad.

La libertad, que celebramos muchas veces con fuegos artificiales, puede usarse para el bien y para el mal. Como creyentes en Cristo, estamos libres de las restricciones de la ley mosaica, pero la Biblia nos advierte que no usemos nuestra libertad espiritual con propósitos egoístas: “…solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor” (Gálatas 5:13).

Aunque no todas las personas disfrutan de libertad política y religiosa, todos los creyentes gozamos de libertad espiritual. No debemos usarla como un arma para imponer nuestra voluntad a los demás, sino para mostrar la gloria de la voluntad de Dios.

  1. Nuestra libertad nunca debe ser excusa para pecar y mucho menos para menospreciar a otros.
  2. Gracias Señor por la libertad que tenemos para servirte a Ti y a nuestros semejantes.

HG/MD

“Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor” (Gálatas 5:13).