Lectura: Salmos 19:1-7

¿Deseas ver la próxima convergencia de la Luna, Venus y Júpiter?  Te aviso que debes tener paciencia, anótalo en algún lugar que soporte el paso del tiempo, pues para ese evento tan poco frecuente en el que la oscuridad de la noche será testigo, tendrás que esperar hasta el 18 de noviembre de 2052.

La previsibilidad de eventos como los eclipses o el regreso de cometas como el Halley (28 de julio de 2061), tan sólo son una prueba de que existe un orden en el maravilloso universo en el cual vivimos.

¿Estas reglas establecidas están por encima de patrones al azar? ¿Podemos ver la mano de Dios en estas afirmaciones de la astronomía? Lee lo que dice Jeremías 33:25-26: “Así ha dicho el Señor: Si no he establecido mi pacto con el día y la noche, y si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra, entonces desecharé la descendencia de Jacob y a mi siervo…”  El Señor hace uso de una verdad científica para hacerle entender a su pueblo cuan fuerte es Su relación con ellos.  Sus leyes son tan seguras como las promesas que Él hizo para Su pueblo.

  1. Dios ha establecido las leyes que gobiernan nuestro Universo; ese es el mismo Dios que desea que te acerques a Él, ¿qué esperas?
  2. La próxima vez que levantes tu rostro para ver el cielo estrellado o que sientas la brisa del viento que te acaricia, piensa que el Creador lo hizo por ti, agradece cada una de Sus bendiciones.

HG/MD

“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.  Un día comunica su mensaje al otro día, y una noche a la otra declara sabiduría” (Salmos 19:1-2).