Lectura: Juan 21:1-14.
Los discípulos estaban de nuevo en su base de operaciones, el lago de Tiberíades o mar de Galilea. Hay dos explicaciones para esta situación, estaban cumpliendo las ordenes repetidas varias veces por las mujeres y los testigos de las apariciones de Jesús, donde se les pedía ir al Mar de Galilea (Mt. 26:32; Mr. 14:28); o número dos, estaban volviendo a sus viejos hábitos, lo que conocían, la pesca, olvidando su responsabilidad de compartir con otros lo que Jesús les había comunicado durante su estadía con ellos.
La escena sucede de esta manera, Pedro decide ir a pescar y sus amigos condiscípulos se unen a la salida de pesca; es normal la pesca nocturna, se realiza con teas ardiendo y los peces son atraídos hacia ellas. Cuando están cerca el pescador lanza su red y atrapa a los peces, sin embargo en mucha ocasiones esto no funciona bien y los pescadores regresan temprano a sus casas para descansar del arduo trabajo de noche y madrugada, tal como fue este caso.
Como siempre el Señor aparece en el momento oportuno, y les pregunta: “Muchachos, ¿no tienen algo de comer?”, un no fue la respuesta que obtuvo de ellos. Él les dice, tiren su red a la derecha y pescarán, en ese momento la pesca fue milagrosa, dificultosamente podían sacar la red por la cantidad de peces en ella. Es el Señor dijo Pedro a Juan. Sacaron los pescados y el Señor ya les esperaba con unas brasas y un pan, les pidió unos pescados y procedieron a prepararlos, disfrutando de un buen desayuno. Aunque ahora todos sabían que era el Señor, no se atrevían a preguntarle ¿quién era?
- Es fácil volver a nuestros viejos hábitos y olvidar la razón por la cual vivimos. Recordemos los cuatro llamados de Jesús: “Ven y ve” (a los no creyentes), “Sígueme” (a los creyentes), “Los haré pescadores de hombres”, (a los discípulos), y “Vayan y den fruto” (a los hacedores de discípulos). ¿En cuál etapa te encuentras?
- Cuando tratamos de hacer las cosas a nuestra manera (pesca) en ocasiones funciona y en otras no, cuando las cosas las hacemos a la manera de Dios, podemos estar seguros de que Dios hará todo conforme a su voluntad. Aunque en ocasiones creamos que todo está perdido, Dios sigue estando en control de todo, las redes no se romperán.
MD/HG
Jesús: Demanda obediencia. “Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.” Juan 21:6.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.
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