Lecturas: Marcos 12:41-44; Lucas 21:1-4.

Entre los atrios de las mujeres y los gentiles se ubicaba la Puerta Hermosa, cerca de ahí se habían ubicado trece bolsas para las ofrendas a las que llamaban “las Trompetas” por la forma que tenían. Lo recolectado en cada una de ellas tenía un fin específico, ya fuere comprar grano, vino o aceite para los sacrificios y también realizar actos de caridad para viudas o personas en dificultad.

La matemática de Dios en torno a la economía en ocasiones es un tanto diferente a la nuestra, Dios no ve la cantidad, Dios ve la intencionalidad del corazón y este es un ejemplo de esta matemática tan particular.

La historia nos cuenta que el Señor observaba mientras llegaban tanto los ricos como los pobres a dar sus ofrendas, y destacó dos situaciones en particular: los ricos echando mucho dinero y una viuda pobre quien echó dos monedas de cobre, las de más baja denominación existente (el equivalente a 1/64 parte de un denario que era el sueldo de un día de trabajo).

El Maestro le asegura a sus discípulos que esta viuda pobre dio más que estos ricos arrogantes, ya que ellos lo que hacían era dar lo que les sobraba de su supuesta abundancia, más la mujer había sido tan caritativa que había dado lo que tenía, lo que necesitaba para su sustento, y no se alimentaría hasta que consiguiera más dinero, ella demostró una dependencia total de Dios.

  1. Cuán gran ejemplo nos brinda la viuda sobre lo sacrificial que deben ser nuestras ofrendas, ya que demuestran nuestro agradecimiento para con Dios.
  2. ¿Dependes de Dios o de tus riquezas?

MD/HG

Jesús: Enseña generosidad y dependencia.  “Éstos dieron de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.” (Marcos 12:44).

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.