Lectura: 1 Corintios 1:18-31

Resulta muy frustrante para algunas personas que se creen muy inteligentes, admitir que no tienen la sabiduría necesaria para responder a las preguntas más importantes de la vida.

El astrofísico inglés Fred Hoyle (1915-2001), dijo: “Una interpretación de los hechos realizada con sentido común, sugiere que una super inteligencia ha tenido algo que ver con la física, la química y la biología, y no que no hay fuerzas ciegas en la naturaleza de las que valga la pena hablar”; a pesar de esta declaración donde se muestra de acuerdo con la existencia de un diseño inteligente, él no reconocía la existencia de Dios.

Carl Sagan (1934-1996) se refirió a una “especie de fuerza o poder”, que permitió que el universo se creara a sí mismo.  Pero, se oponía a toda clase de creencia divina.

La mayoría de creyentes pueden sentir que no son lo suficientemente inteligentes como para debatir con personas tan preparadas como las que se acaban de citar, ya que son considerados como grandes intelectuales.

Ese precisamente es nuestro error, el propósito de Dios no es pelear contra la “sabiduría humana” con argumentos intelectuales humanos, Dios no tiene necesidad de eso.  El más bien confunde la sabiduría y poder humanos, exhibiendo Su propia sabiduría y poder, los cuales son absolutamente mayores. 

Y para hacer aún más incomprensible su poder, salva a personas tan ordinarias como tu o como yo, por medio del mensaje de la cruz (1 Corintios 1:18).  El mundo en general, los “sabios” de este mundo y las personas ordinarias sin Cristo, consideran como locura la sencilla verdad de que Jesús murió por nuestros pecados y resucitó.  Y lo más sorprendente de todo es, que únicamente debemos reconocer que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y que necesitamos del sacrificio y perdón de nuestro Señor obtenido en la cruz del calvario.

  1. La mejor evidencia de Dios para refutar la sabiduría del mundo, es una vida transformada por el poder de Su amor.  ¡Que privilegio poder compartir con otros este mensaje! ¡Y aún más grande es el desafío de ponerlo en práctica!
  2. La verdadera sabiduría empieza y termina con Dios.

HG/MD

“Porque para los que se pierden, el mensaje de la cruz es locura; pero para nosotros que somos salvos, es poder de Dios” (1 Corintios 1:18).