Lectura: Hechos 1:1-11

La Biblia dice que: “Cristo se apareció varias veces a los apóstoles y les demostró con muchas pruebas convincentes que él realmente estaba vivo.” (Hechos 1:3).  Esto es más que una declaración histórica hecha por Lucas.  Es un desafío a todos los críticos que niegan la literalidad de la resurrección corporal del Señor Jesucristo. Lucas hizo una declaración increíble y sorprendente de que Jesús estaba vivo, fue visto por una gran multitud de personas, y su resurrección fue confirmada por un gran número de pruebas convincentes.

Hoy 2.000 años después, ninguna doctrina de las Escrituras ha sido más atacada persistentemente que la resurrección corporal de nuestro Señor. Y no es de sorprenderse, porque es la piedra angular en el gran arco de toda la doctrina cristiana.

Con la resurrección de Jesús, toda la estructura de la doctrina cristiana se mantiene o se cae. Si la resurrección puede ser refutada, el cristianismo se desmoronaría en el polvo y tendría menos credibilidad que los mitos más fantasiosos de la antigua Grecia y Roma.

El diablo lo sabe, y por eso sus ataques más frecuentes y fuertes son contra la verdad de que Cristo tuvo una resurrección corporal. La credibilidad de nuestra fe cristiana se basa en las muchas pruebas convincentes de que Jesús está vivo.

1. Cristo es la vida, y la tumba vacía proclama Su obra conquistadora; y a los que ponemos nuestra confianza en Él, ni la muerte, ni el inferno, nos harán daño.  ¿Tienes tú esa fe?

2. Debido a que Cristo está vivo, no necesitamos temer a la muerte.

NPD/MDH