Lectura: 1 Pedro 1:3-9

Es increíble el sin número de ofertas que inundan estos días las redes sociales, las carreteras y los centros comerciales, más aún en un día como hoy.

También, en estos días son muy comunes los ofrecimientos de cosas “gratis”, desde regalos de millones de dólares, hasta testamentos, fines de semana gratuitos en hoteles, entre otros, pero cada una de esas ofertas en realidad son engaños, tan solo son mentiras enviadas por personas sin escrúpulos que desean despojar de su dinero a los demás.

Y es que todos somos vulnerables a las ofertas fantásticas; estafas que, en realidad, lo único que traen son problemas. Ofertas de falsas esperanzas que terminan en sueños hechos trizas.

No obstante, hay una oferta genuina, aunque parezca increíblemente fantástica, y es gratuita en verdad.  Dios nos ofrece la salvación por medio de la fe en la obra consumada de Cristo en la cruz: “Cree en el Señor Jesús, y serás salvo…” (Hechos 16:31).  Pero, no te equivoques, este ofrecimiento le costó muchísimo… y nosotros somos los beneficiarios.  El libro de Romanos afirma que Jesús: “fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación” (4:25).

Al aceptar la salvación, tenemos esperanza (Tito 1:2), paz (Romanos 5:1), perdón (Efesios 1:7), riquezas incomparables (2:7) y redención (4:30). Esta sí que es una oferta ventajosa. La muerte y la resurrección de Cristo lo garantizan.

  1. En este día de ofertas, acepta la mejor de todas: Jesús como el Salvador y Señor de tu vida.
  2. En Jesús no hay engaño o trampa, su Palabra siempre es verdadera.

HG/MD

“En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).