Lectura: Marcos 2:13-17
Las redes sociales están llenas de ofertas e invitaciones con programas que ofrecen a sus clientes adelgazar si se inscriben en sus planes y por supuesto, si continúan pagando la suscripción. Muchas de estas ofertas son una mentira, pues lo único que quieren es el dinero de sus clientes.
No obstante, hace 2.000 años Jesús hizo a las personas una oferta verdadera, los invitó a que lo siguieran ya que estaban espiritualmente más que fuera de forma, de hecho, estaban muertos en sus pecados (Romanos 3:23).
Leví fue uno de ellos. Jesús lo vio en el lugar donde cobraba impuestos, y le dijo: “Sígueme” (Marcos 2:14). Sus palabras lo cautivaron, y Leví lo siguió. En ese contexto histórico, los cobradores de impuestos solían ser personas muy codiciosas y deshonestas, y se los consideraba impuros.
Cuando los líderes religiosos vieron que Jesús comía en la casa de Leví, preguntaron: “¿Por qué come con los publicanos y pecadores?” (Marcos 2:16). Jesús respondió: “No he venido para llamar a justos sino a pecadores” (Marcos 2:17).
Puedes estar seguro de que Jesús vino a salvar a los pecadores, incluidos tú y yo. Nos ama, nos recibe con agrado y nos llama a seguirlo; ciertamente, conforme caminamos con Él, nuestra condición espiritual mejora cada vez más.
- Si quieres mejorar tu salud espiritual, ora, lee su Palabra y comparte con otros lo aprendido.
- Si aún no has aceptado su oferta de salvación, hoy puede ser el día para aceptarlo y empezar una vida mejor.
HG/MD
“Al oírlo, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico sino los que están enfermos. No he venido para llamar a justos sino a pecadores.” (Marcos 2:17).





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