Lectura: Mateo 28:11-15.

Este pasaje nos narra una historia digna de una película de suspenso, llena de intrigas y teorías de conspiración. Se nos dice que mientras las mujeres iban de camino a dar su reporte a los discípulos, otro grupo conformado por algunos soldados fueron a dar un reporte oficial de lo sucedido a los jefes de los sacerdotes.

Cuando los sacerdotes se enteraron, lo comentaron con los ancianos quienes reaccionaron de la misma forma que la mayoría de nosotros reaccionaría ante un pecado del cual somos culpables y nos encuentran cometiéndolo o “infraganti”. Inmediatamente se activó el estado de negación ante la realidad que los golpeaba, cumpliendo lo profetizado por el mismo Jesús en Lucas 16:31: “Abraham le dijo: “Si no les hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos.”

En este momento apareció la creatividad del pecado, el cual los lleva al punto del soborno y a aplicar las más bajas artimañas con el fin de no aceptar lo innegable, la resurrección.  Lo que hicieron fue decir que mientras los soldados dormían, los discípulos se escabulleron y robaron el cuerpo; si acaso el gobernador quería aplicarles la disciplina romana que incluía el castigo extremo por dormir y la muerte por romper el sello romano, ellos intervendrían ante Pilato el gobernador.

No obstante, estas teorías del cuerpo robado están llenas de vacíos, por ejemplo los discípulos no hubieran podido remover el sello, ni tampoco hubieran podido rodar la piedra para abrir la tumba sin que los soldados se despertaran.  Además, si por casualidad todos los soldados hubieran estado dormidos, ¿cómo sabrían que habían sido los discípulos los que robaron el cuerpo tal como sugirieron en su “informe”?

Aún así, los soldados aceptaron el trato y por supuesto el dinero; pronto la falsa historia sobre el acontecimiento de los hechos se dispersó por todo Israel.

  1. El pecado no aceptado nos lleva a realizar las peores acciones y nos deshonra como sus hijos, aceptemos con valentía las consecuencias de nuestras acciones, pidamos perdón al Señor y hagamos todo el esfuerzo por no volver a caer.
  1. La gracia de Dios, está disponible, pero tienes que tomarla y aceptarla.

MD/HG

Jesús: Motivo de una conspiración.  “Así que los soldados tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que hasta el día de hoy ha circulado entre los judíos” Mateo 28:15.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.

Imágenes: www.LumoProject.com