Lectura: 1 Pedro 5:1-11

A un hombre quien ya superaba los 100 años, le preguntaron: “¿Cuál es la clave más importante para su longevidad?”.  El hombre pensó por un momento y respondió: “Evita las preocupaciones, y sobre todo ríete mucho”.

Seguramente te preguntarás: ¿Cómo podemos evitar preocuparnos cuando la vida es tan incierta y llena de problemas y necesidades? El apóstol Pedro alentó así a los seguidores de Cristo que habían sido forzados a dispersarse durante el primer siglo: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo. Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes” (1 Pedro 5:6-7).

Si lees con detenimiento, las indicaciones dadas por el apóstol no evitan el sufrimiento (1 Pedro 5:9), pero si nos invita a que encontremos paz y fuerza para mantenernos victoriosos ante los ataques de Satanás (1 Pedro 5:8-10). En lugar de que la ansiedad y las preocupaciones nos consuman, tenemos libertad para disfrutar del amor de Dios hacia nosotros y transmitirlo unos a otros.

1. Nuestra meta no debe ser vivir por muchos años sino disfrutar sirviendo al Señor durante el resto de nuestra vida.
2. Como creyentes podemos vivir cada día con paz y tranquilidad sabiendo que nuestro Señor nos prepara un lugar especial para que estemos para siempre con Él.

HG/MD

“Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes.” (1 Pedro 5:7).