Arqueología e Historia
Phílippoi, Φίλιπποι, pl. de Filipo. Ciudad de Tracia, en la Macedonia oriental. Fue fundada en el siglo IV a.C. con el nombre de Krénides, Κρήνιδες = «fuentes», poco antes de que Filipo II de Macedonia la conquistase y fortificase para vigilar la región. Desde entonces se llamó Filipos (356 a.C.). Los romanos la convirtieron en una colonia militar con el nombre de Colonia Augusta Victrix Philippensium. En cuanto colonia, gr. kolonía, κολωνία (Hch. 16:12), sus habitantes gozaban del privilegio de la ciudadanía romana. Al frente de ella había dos generales, llamados Duumviri o Pretores, elegidos como los cónsules de Roma. La población se componía de veteranos romanos y de naturales del país, con una pequeña comunidad judía carente de sinagoga, por lo cual los judíos piadosos se reunían junto al río o junto a uno de los numerosos manantiales de las cercanías, fuera de las murallas.
Ubicación
Filipos se hallaba en el interior, a unos 16 Km. al noroeste de Neápolis. Una cadena de montes separaba ambas ciudades; para ir de una a otra se tenía que pasar por un puerto de montaña de 487 metros por encima del nivel del mar.
Al principio, Filipos ocupaba una pequeña colina en medio de la llanura. En la actualidad las ruinas de la ciudad se encuentran en las cercanías a Kavála o Kavalla (Καβάλα) es una ciudad de Grecia situada en el noreste del país. Es la segunda ciudad en importancia de la región de Macedonia, después de Salónica, así como el principal puerto marítimo de Macedonia Oriental y Tracia.
Población
Muchos veteranos romanos se habían establecido allí, en tiempos del Nuevo Testamento más o menos la mitad de su población era de origen latino (Hechos 16:12, 21); la otra mitad la formaban macedonios y algunos inmigrantes, como los judíos. Estos parecen haber formado sólo una pequeña minoría, porque no tenían una sinagoga en la ciudad (Hechos 16:13).
Importancia histórica
El yacimiento arqueológico de la antigua Filipos se encuentra en la Vía Egnatia, que corre a través de ella. Las excavaciones han revelado ruinas de los baños romanos al final de una calle llena de columnas, basílicas a ambos lados de la calle, templos, un foro romano, un teatro del siglo IV que los romanos renovaron para combates de gladiadores, los restos de varias iglesias cristianas, y un acrópolis que da evidencia de la ocupación de los macedonios a la época bizantina. La pendiente rocosa en el lado norte de la carretera está salpicada de numerosas inscripciones, altares, relieves y esculturas votivas que representan numerosas religiones, mitos, cultos y deidades que eran parte de esta sociedad dinámica y pluralista. Estos incluyen los movimientos religiosos que se esparcen ampliamente en todo el Mediterráneo (por ejemplo, la veneración de Isis y Osiris), así como deidades puramente locales (por ejemplo, Bendix y el dios-jinete tracio).
Filipos fue el sitio de uno de los enfrentamientos militares más importantes en la historia de Roma. En una serie de batallas allí en el 42 a.C., Marco Antonio y Octavio (más tarde dotado con el título de «augusto») vencieron a las fuerzas republicanas de los asesinos de Julio César, Casio y Bruto. En cierto modo, esta batalla marcó el punto de inflexión entre la República Romana y el Imperio Romano. El poeta Horacio luchó en esta batalla, en el lado de Casio y Bruto, aunque se reporta que él arrojó su escudo y corrió por su vida cuando su líder derrotado Bruto se quitó la vida. Poco más de una década después, cuando Augusto derrotó a Antonio, su único competidor restante de la dominación romana, en la batalla de Actium (31 a.C.), Augusto convirtió a Filipos en una colonia romana que llamó Colonia Julia Augusta Victrix Filipensis. Aquí plantó veteranos de las guerras civiles y los partidarios de Marco Antonio, cuyas tierras tomó y al que despidió de Italia. Privilegios especiales fueron autorizados a estos colonos romanos, tales como la exención de impuestos y el derecho a la propiedad y el mercado inmobiliario.
Vista panorámica de las ruinas de la ciudad
Referencias bíblicas
Según Hechos 16:9 Pablo tuvo una visión de que debía salir de Asia Menor y llegar a Macedonia. Desembarcó en Neápolis, donde la principal calzada romana, la Vía Egnatia, llegaba a su fin. C. 50 d.C. él, Lucas y Silas llegaron a Filipos y establecieron una comunidad cristiana allí, la fundación de la primera iglesia en suelo europeo. Regresó a la ciudad en su segundo y tercer viaje. Pablo encontró que Filipos era una zona cosmopolita, con los romanos, griegos, judíos, y gente de muy diversa procedencia nacional y étnica.
Debido a que una parte considerable de la ciudadanía eran romanos, que gozaba de privilegios especiales, como colonos, Pablo encontró allí una comunidad con una devoción pronunciada hacia el Imperio Romano y orgullo por él. Las lealtades políticas y religiosas de las personas parecen haber sido un problema para Pablo. Sólo en Filipenses usa un lenguaje que habla de la identidad civil o política, cuando le dice a sus lectores que vivan de una manera digna del evangelio de Cristo (Gr. politeúesthe; Fil 1:27) y cuando les recuerda que son ciudadanos del cielo (políteuma; 3:20). Pablo parece haber estado tratando de lograr que los cristianos de Filipos se vean a sí mismos primero como cristianos y segundo como romanos, no como romanos primero y segundo como cristianos.
Los cristianos de Filipos, casi todos paganos conversos, enviaron varias veces donaciones para el sostenimiento de Pablo (Flp 2:25; 4:15ss; 2 Co 8:1ss) y este les escribió a los filipenses de una visita futura (Flp 2:23s).
La iglesia de Filipos conservó lazos de afecto y solidaridad con el apóstol, enviándole ofrendas, lo que motivó la epístola a los Filipenses (2 Cor. 8:1–6; 11:9; Fil. 1:1–8).
Filipos en la actualidad y arqueología
En la actualidad es posible visitar el conjunto arqueológico de la ciudad con su anfiteatro, los baños, la basílica, el foro, el lugar donde se celebró la eucaristía y la prisión en la que estuvo recluido Pablo.
Anfiteatro de Filipos
En 1914 para que comenzaran las primeras excavaciones arqueológicas, enseguida interrumpidas por la Primera Guerra Mundial: fueron realizadas por la Escuela francesa de Atenas, EfA, que las retomó en 1920 y las prosiguió sistemáticamente hasta 1937, con la excavación del teatro, del foro, de las basílicas A y B, de las termas del sur y de la muralla.
Antiguo Foro de la ciudad
Después de la Segunda Guerra Mundial, los arqueólogos griegos reanudaron la exploración del sitio: la Sociedad Arqueológica de 1958 a 1978, luego el Servicio arqueológico y la Universidad de Tesalónica despejaron el barrio episcopal del Octógono, las grandes moradas particulares, una nueva basílica cerca del Museo y otras dos en la necrópolis al este de la ciudad.
Se agregó a la lista sitios de patrimonio mundial de la UNESCO, en el año 2016.
Fuentes:
Alfonso Lockward, Nuevo diccionario de la Biblia (Miami: Editorial Unilit, 1999), 405–406.
Richard A. Spencer, «FILIPOS», ed. Samuel Pagán, David Gómez Ruiz, y Marcos Antonio Eduino Pereira, Diccionario Bíblico Eerdmans (Miami Gardens, FL: Editorial Patmos, 2016), 693.
Wilton M. Nelson y Juan Rojas Mayo, Nelson nuevo diccionario ilustrado de la Biblia (Nashville: Editorial Caribe, 1998).
J. M. Díaz Yanes, «FILIPOS», ed. Alfonso Ropero Berzosa, Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2013), 919.
J. M. Díaz Yanes, «FILIPOS», ed. Alfonso Ropero Berzosa, Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia (Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE, 2013), 919.
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