Arqueología e historia
Dos conductos tallados en piedra fueron motivo de investigación de arqueólogos israelíes; el origen de los mismos y su vinculación con la gastronomía local
Los hallazgos arqueológicos comenzaron a ser verdaderamente importante para cada país. Con el descubrimiento de diferentes obras, que tuvieron una injerencia directa o indirecta en el funcionamiento de las poblaciones antiguas, los investigadores se encuentran al acecho en busca de alguna prueba o indicio que los haga avanzar hacia un territorio desconocido.
En Jerusalén, la ciudad más grande y poblada de Israel, sus habitantes mostraron tal asombro al ver cómo se descubrió una red de canales tallados en la roca que data de hace 3000 años. Este hecho, que al principio dejó estupefactos a los arqueólogos, se constituyó en un gran misterio a resolver.
Hallados en el Parque Nacional de la Ciudad de David, los investigadores se mostraron desconcertados al ver cómo estos conductos tallados en la piedra aparecieron en los últimos días. Tal fue el asombro que se desconoce, en principio, el origen etimológico, aunque no se descarta que tenga relación con el templo construido por el rey Salomón, el cual fue considerado el santuario más importante del judaísmo hasta su destrucción en el 1970
El área de excavaciones del Parque Nacional de la Ciudad de David
Ante la espera de posibles restos de materiales orgánicos, la Universidad de Tel Aviv, en conjunto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, dieron con estas construcciones separadas por diez metros. A la hora de entender su funcionalidad, el enigma se apoderó de la escena y varias fueron las opiniones al respecto. Al descartar que eran para transportar líquido, los investigadores pasaron al siguiente paso en buscar algún resto de sangre que los haga pensar sobre la existencia de algún tipo de sacrificio animal.
Los conductos que traen consigo un sinfín de hipótesis acerca de su uso
“Observamos la primera instalación y nos dimos cuenta de que nos habíamos topado con algo único, nunca se había encontrado una estructura similar en Israel y no sabíamos cómo interpretarla. Vinieron varios expertos para ver si había residuos en el suelo y en la roca que no estuviesen visibles. Queríamos comprobar si había restos orgánicos o de sangre, por lo que hasta solicitamos la colaboración de una unidad forense de la policía, pero hasta el momento no hemos tenido éxito”, remarcó Yiftah Shalev, colaborador de la Autoridad de Antigüedades de Israel, quienes se unieron a la Universidad de Tel Aviv para sumar una pata fundamental para una investigación que aún sigue en curso.
A pesar de no encontrar su funcionalidad, Yuval Gadot, profesor del Departamento de Arqueología y Civilizaciones antiguas de Oriente Próximo de la Universidad de Tel Aviv, explicó que tanto él como los demás arqueólogos quedaron anonadados al encontrar una “segunda instalación más al sur con al menos cinco canales”.
Consultado por precisiones acerca de cuándo los canales dejaron de tener injerencia en el día a día de la población, Gadot manifestó: “A pesar de algunas diferencias en la forma en que fueron tallados y diseñados, los conductos son muy similares a los de la primera. En esta ocasión pudimos fechar el momento en que el complejo dejó de utilizarse: a finales del siglo IX a.C., durante la época de los reyes bíblicos de Judá Joás y Amasías”.
En pleno proceso de rearmado de hipótesis, los investigadores pusieron sobre el tapete que un posible objetivo de estos canales eran para calentar los dátiles al sol y extraer su miel, entre otras tareas relacionadas con la gastronomía local. “Dado que los canales no conducen a una gran cuenca de drenaje y la dirección de su flujo varía, es posible que, al menos en la instalación norte, se usaran para remojar productos como el lino y no como sistema de drenaje”, cerró Shalev.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/en-las-redes/un-hallazgo-arqueologico-en-jerusalen-conmueve-a-los-investigadores-por-su-origen-nid31082023/