Lectura: Efesios 4:17-32

Para nadie es un secreto que nuestra sociedad puede tener una influencia terrible sobre nosotros y nuestras familias.  En las redes sociales se muestran sin ningún tipo de conciencia, diversas formas de comportamiento pecaminoso para que las veamos y escuchemos sin ningún tipo de filtros.

Muchos sitios, proveedores de streaming y redes sociales muestran dentro de su contenido videos y series que en nada contribuyen a las buenas costumbres, pues muestran escenas poco apropiadas para los niños y jóvenes, y para empeorar ya no interesa tampoco el horario, pues pueden verse sin censura a cualquier hora del día.

Pero no todo está perdido, ya que ninguna de estas influencias negativas de la sociedad debería tener un impacto en nuestras vidas.  Ya que te afectarán a ti y tú familia si se les dejas hacerlo.  Pero cuidado ya que pueden infiltrarse en tu mente y en las de sus hijos(as) si se niegan a usar el discernimiento, el poder, y la instrucción que Dios ha provisto a todos los que redimió por la fe en su Hijo Jesucristo (Efesios 4:20-24).

En otras palabras, nuestro problema no es tanto el mal en la sociedad es nuestra falta de discernimiento y el autocontrol.

Debemos encontrar un gran consuelo al saber que el Señor nos ha dado los recursos para vivir por encima de este nivel de degradación de la sociedad en que vivimos.  Podemos estar en el mundo, pero NO ser parte de él (Juan 17:14-17). Si estamos viviendo en el poder del Espíritu Santo, bajo la guía de la Palabra de Dios, las malas influencias de la sociedad no podrán llegar a nosotros.

  1. No debemos conformarnos a vivir y aceptar todo lo que el mundo nos dice, debemos vivir en el mundo, pero no ser parte de sus caminos equivocados.
  2. Debemos ceder al Espíritu Santo, y no conformarnos al mundo, e influenciar positivamente a las personas a nuestro alrededor.

HG/MD

“No ruego que los quites del mundo sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” (Juan 17:15–16).