Lectura: Romanos 13:8-14
A un escritor le pidieron que escribiera una historia cautivante con muy pocas palabras y entonces dijo: “Necesitaba abrir la puerta”. Esta historia corta es interesante porque nos desafía a completarla con más detalles.
¿Quién necesitaba abrir la puerta? ¿Por qué necesitaba abrir la puerta? ¿Acaso había un incendio o un terremoto? ¿Quería ir a algún lugar? ¿Esperaba a alguien? ¿Tenía mucho calor? ¿Había un mal olor? Entre miles de otras preguntas.
Las mejores historias sin duda despiertan nuestra imaginación, y es por ello que, la mayor historia que se haya contado jamás, despierta tanto nuestra creatividad; y es que tema central de la historia de Dios tiene como sus protagonistas a Dios el Creador y al ser humano como la creación que cayó en desgracia al pecar, pero Dios envió a su Hijo Jesús al mundo para enseñarnos, y luego de eso murió y lo más importante resucitó para salvarnos de nuestro error, ahora esperamos su regreso y la restauración de todas las cosas.
En vista de esta gran historia, ¿cómo debemos vivir? La respuesta, siguiendo el consejo del apóstol Pablo: “…Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz” (Romanos 13:10).
Entonces, la historia es simple pero sus implicaciones son eternas. Mientras esperamos su regreso, tenemos la importante tarea de alejarnos del mal y vivir por Él, lo cual implica utilizar toda nuestra creatividad e imaginación en función de su Plan. Por ejemplo: para compartir nuestra fe mediante nuevas formas, mostrar la misericordia de Dios hacia nuestros semejantes, usar los dones y talentos que Dios nos ha dado, poner a su servicio los recursos tanto materiales como espirituales de los que disponemos, para aprender más de Dios, y así podríamos continuar pensando en formas en las cuales podemos ser útiles para Dios y su plan, aplicando creatividad e imaginación. Una de las maravillas de su plan es que no necesitamos tener mucho dinero o ser muy hábiles para hablar, lo que necesitamos es tener un corazón dispuesto.
- Cumple tu papel en la historia de Dios.
- Dios, te esperamos y te servimos.
HG/MD
“La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz” (Romanos 13:12).