Lectura: Jueces 6:11-16
En Jueces 6 encontramos una de las historias más interesantes de la Biblia, hablamos de la historia de Gedeón quien era un agricultor común y corriente de su época; a pesar de su timidez Dios lo llamó para que liberara a su pueblo de la amenaza de los madianitas.
Su primera reacción fue: “¡Oh, Señor mío! ¿Con qué podré yo librar a Israel? He aquí que mi familia es la más insignificante de Manasés, y yo soy el más pequeño en la casa de mi padre” (Jueces 6:15).
No obstante, el Señor le prometió estar con él y capacitarlo para llevar a cabo la tarea que se le había pedido hacer (Jueces 6:16). La obediencia de Gedeón le devolvió la victoria a su pueblo, y lo colocó en la lista de los héroes de la fe (Hebreos 11:32).
También, es maravilloso ver como otros tuvieron un papel importante en este plan de salvar a los israelitas de una poderosa fuerza enemiga. Dios le dio a Gedeón 300 hombres, héroes valientes quienes finalmente pudieron ganar la batalla. No se nos dan sus nombres, pero su valor y obediencia quedaron registrados en las Escrituras (Jueces 7:5-23).
- Dios aún sigue llamando a personas comunes y corrientes como nosotros para hacer su obra, Él promete acompañarnos y darnos las herramientas necesarias mientras la hacemos (1 Corintios 14:12; 1 Pedro 4:10-11; Efesios 6:11-13). Tú también puedes ser un héroe poco común para Dios.
- Es importante recordar siempre que Dios es quien nos provee de la sabiduría y fuerza para llevar a cabo la tarea de compartir las buenas nuevas de salvación, así como para crecer en nuestro camino de fe.
HG/MD
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos delante de nosotros” (Hebreos 12:1).
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