Lectura: Mateo 5:43-48

En una actividad a la que asistí, me encontré con algunos hombres a quienes había liderado en su momento, cuando asistían a un grupo de jóvenes.  Varios de ellos compartieron sus recuerdos de esos buenos tiempos, la mayoría recordaba los diferentes juegos que hacíamos luego de terminar la reunión semanal.  Además, también me alegré mucho, ya que por lo menos algunos de ellos recordaban lecciones de la Palabra de Dios que los había impactado.

Uno de ellos me recordó que una vez le dije que tenía que hacer “cosas inútiles”; esto en el contexto de una lección que tenía como referencia Mateo 5:43-48. En ese momento, como joven, recordó que me había dicho lo siguiente: “Ya estoy cansado de hacer más que lo posible para ser amable con mi vecino.  Una noche tratando de ser amable le corté parte de su césped que estaba bastante crecido; un par de días después tuve que sacar una pelota de su patio, que se me había resbalado por equivocación; cuando me vio, gritó y me ordenó salir inmediatamente de su propiedad. ¿De qué me sirve ser amable con una persona así?”

En ese momento le dije: “Jesús quiere que hagas cosas inútiles”. Él sonrió y dijo: “Ya lo comprendí”.

Si duda no es fácil ser amable con quien no nos brinda ni siquiera una sonrisa; sin embargo, eso es exactamente lo que Jesús espera que hagamos.

  1. Sé amable, haz “cosas inútiles”, cada vez será más sencillo, pues también comprenderás que sin merecerlo has recibido Su continua misericordia y bondad.
  2. El amor testificará con más fuerza, a los que tal vez nunca te devuelvan el favor.

HG/MD

“Porque si aman a los que les aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen lo mismo también los publicanos?” (Mateo 5:46).