Lectura: Lucas 12:41-48

Jeff, un muchacho de veinte años de nuestra comunidad, ha recibido más de lo que merece. Deliberadamente dejó caer un ladrillo desde un paso elevado de una carretera que atravesó el parabrisas de un automóvil conducido por Vickie Prantle. Este le partió el rostro en dos, le saco el ojo derecho, le destrozó los dientes, y resultó en la necesidad de una larga serie de dolorosas operaciones quirúrgicas.

Jeff podría haber esperado que Vickie tuviera una actitud vengativa. Pero aun cuando esperaba a los paramédicos, Vickie oraba por la gracia para perdonar al criminal.

Más tarde, le pidió al juez que le diera una segunda oportunidad a Jeff, y este fue sentenciado a 90 días en un campamento de entrenamiento de reclutas. “Ella me dio un regalo”, dijo él, “y voy a aprovecharlo. Estoy muy agradecido que ella fuera una cristiana. Si no lo fuera, todavía estaría encerrado.”

Si ese joven atribulado pone su fe en Jesucristo, recompensara plenamente a Vickie por su regalo. Pero si no lo hace, la culpa de él se incrementara en el día del juicio final. Jesús dijo, “y al que mucho le han confiado, más le exigirán.” (Lucas 12:48). A Jeff se le ha dado mucho. Pero también se te ha dado mucho a ti y se me ha dado mucho a mí.

  1. Los que conocemos a Cristo hemos recibido algo mucho más grande: la salvación y el perdón que Jesús da.
  2. Gracias Señor.

NPD/HVL