Lectura: Romanos 5:1-11
El famoso guitarrista Jimi Hendrix, además de ser conocido por su talento para la música, era bien conocido por su vida desordenada y comportamientos escandalosos dentro y fuera del escenario.
Según el libro de Robert McGee y Donald Sapaugh llamado: “Search for Peace” (En busca de la paz), se cuentan algunos detalles interesantes de la vida de este hombre, por ejemplo se narra el momento en que al final de uno de sus conciertos rompió su guitarra; el público enloquecido le respondió con gritos y aplausos, pero de pronto todo este frenesí se detuvo, Jimi había caído de rodillas y permanecía inmóvil. Luego de unos instantes, comenzó a hablar y dijo: “Si alguien conoce la verdadera paz, quiero hablar con él fuera del escenario”. Sin embargo, aparentemente nadie respondió a su increíble ruego de ayuda. Tan sólo unos días después, Jimi moría víctima de una sobredosis de drogas, sin duda sin haber encontrado nunca la fuente de la verdadera paz.
¿Y tú conoces la verdadera paz? ¿En este momento de tu vida, al igual que Jimi, haz descubierto que la fama, los places o el dinero no te darán una verdadera paz? ¿Afuera del escenario no había nadie? Si esta es tu situación, ahora debes reconocer otra que impactará para siempre tu vida. Sólo mediante la fe en la obra salvadora de Cristo, puedes experimentar la paz con Dios, tal como lo dice Romanos 5:1: “Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Debes confiar en Dios y depositar tu fe en el Príncipe de Paz, invítalo a formar parte de tu vida y que Él tome el control total de ella. Sólo así encontrarás la paz verdadera: “Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7).
- La agitación del mundo y sus distractores, te pueden estar desviando y ocultando la verdadera fuente de verdad: Dios.
- Sólo Dios puede darte la paz que estás buscando.
HG/MD
“Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).