Lectura: Juan 17:9-19

En esta vida me he encontrado con muchas personas que prefieren creer lo que anhelan que sea verdad y no lo que realmente es verdad.

Naturalmente a ninguno le gusta escuchar las verdades desagradables, o que vayan en contra de sus opiniones; por lo que existe una inclinación a rechazarlas.

Nuestra tendencia a creer lo que queremos que sea verdad, no es en realidad otra cosa más que “autopropaganda”. ¿No es interesante que odiemos que otros nos engañen, pero a menudo le damos la bienvenida al autoengaño?

Sin embargo, los que seguimos a quien se llamó a sí mismo “la verdad” (Juan 14:6), debemos ajustar cuidadosamente nuestro “filtro de la verdad”. Tenemos que estar seguros de basar nuestras creencias y las acciones resultantes en lo que es verdad, sea que nos guste o no. ¿Dónde encontramos la verdad?  En su Palabra (Juan 17:17).

Por ejemplo, en ocasiones vemos a políticos tratando de utilizar términos “cristianos” en sus discursos y en sus programas, pero al escudriñar en sus vidas nos encontramos con que no aplican lo que dicen en sus diferentes plataformas, ¿deberíamos apoyarlos o defenderlos?

Los seguidores de Jesús tenemos que ser lo suficientemente sabios como para reconocer la verdad en lo que dicen los demás, y no dejar que nuestra lealtad se determine por lo que deseamos que sea verdad.

  1. Nuestro “filtro de la verdad” debe provenir de nuestro andar de fe, que a su vez debe incluir nuestras conversaciones con Dios, el estudio de su Palabra y acercarnos a otros que también quieren guiar su vida a través de la verdad divina.
  2. Enséñanos a discernir la verdad en todo lo que oímos y a practicarla en todo lo que hacemos.

HG/MD

“Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17).