Lecturas: Mateo 26:59-61; Marcos 14:55-59
Recordemos que el Sanedrín fungía como Tribunal Supremo de Israel, eso sí bajo la autoridad romana, es por ello que no podían por si mismos aplicar la pena de muerte, aunque existen algunos casos como el de Esteban, donde no acataron esa línea de orden judicial (Hechos 7:58-60).
Los miembros del Sanedrín rebuscaron todas las posibles evidencias con las cuales juzgar a Jesús más no las encontraron, ya que nuestro Señor no había hecho nada malo y nada que estuviera contraviniendo la ley que esos líderes religiosos decían amar tanto, buscaron falsos testigos y estos no se ponían de acuerdo, o lo que decían no era un delito imputable a Jesús. La ley era clara al decir: “Un solo testigo no bastará para condenar a un hombre acusado de cometer algún crimen o delito. Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos” (Deut.19:15).
Hasta que encontraron a “dos testigos” que sí estaban más o menos de acuerdo en una declaración en contra de Jesús, pues decían que Él había dicho lo siguiente: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días”. Lógicamente lo acusarían por ser un enemigo del templo, “deseando” su destrucción” y luego no explicando cómo volverlo a su estado “original” y esto era un tipo de magia extraña. No era lo que había dicho Jesús, por lo tanto sus palabras estaban siendo mal citadas y malinterpretadas, pues se refería al templo que era su cuerpo, no al templo físico al que ellos hacían referencia; Juan 2:19-21 es muy claro al respecto, estaba profetizando su muerte y resurrección.
- La falsedad y la mentira son herramientas de uso común entre los enemigos de Dios, entonces debemos siempre estar preparados ante estas estrategias malignas.
- Cuanto amor demostrado por el Señor, pues en realidad como aquellos que le condenaron falsamente, nosotros en su momento fuimos culpables de rechazarle como Señor y Salvador.
MD/HG
Jesús: Inocente. Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba contra Jesús para poder condenarlo a muerte, pero no la encontraban.” Marcos 14:55.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.