Lecturas: Mateo 16:21-28; Marcos 8:31-9:1; Lucas 9:22-27

En estos pasajes vemos por primera vez de manera muy clara un cambio en la predicación de nuestro Señor, al referirles una profecía muy clara y directa: “tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.”

Al inicio de su ministerio las personas le aclamaban como el rey de las multitudes, el gran rabí (especialmente en Mateo), sin embargo ahora poco a poco el gran profeta empieza a ser rechazado.

Pedro luego de haber dicho unas de las palabras más sublimes con respecto a Jesús, ahora utilizado por satanás, y usa la misma táctica utilizada por este en Mateo 4, donde pretendía “evitarle” el sufrimiento y defenderlo de sus enemigos.

¿Por qué es tan duro Jesús con Pedro?  El propósito principal de Jesús no era tener una larga vida en esta tierra, él tenía un propósito bien definido para su ministerio, su muerte y resurrección.

A menudo nuestras tentaciones más difíciles vienen de aquellos que sólo procuran protegernos de las dificultades.

Hasta este tiempo fue más o menos fácil servir a Cristo, ahora el discurso es niéguese a sí mismo y pierda su vida.

  1. El ejemplo más que claro, Jesús no buscó el camino fácil, sino el camino de la obediencia, ¿que nos hace creer a nosotros, que debe aplicársenos una regla diferente?

 

  1. El negarse a sí mismo, implica exactamente eso: el poder entregarle a Dios el control de nuestra vida, en función de un fin mayor, el de servir a Dios y a nuestros semejantes.

 

MD/HG

Jesús: Nos llama a negarse a sí mismo, llevar su cruz y seguirlo.  “Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos.  Si alguien quiere ser mi discípulo les dijo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga” Marcos 8:34

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.