Lectura: Josué 24:14-18
La industria de los videos juegos genera miles de millones de dólares al año, y los temas que los inspiran van desde deportes, resolver misterios, sagas de aventuras, entre muchos otros.
En uno de esos juegos la temática está basada en el mundo de la mitología griega. Trata de ejércitos, dioses mitológicos, héroes y conquistas. Quizás lo más curioso de todo es cómo se inicia a la hora de jugarlo, se deben llenar varios datos para luego escoger a tu dios y posteriormente construir tu imperio.
Esto por supuesto me sorprendió: “Escoger a tu dios”. Esa jugada mercadológica refleja muy bien uno de los peligros más grandes del mundo en que vivimos. En el mundo imaginario de un juego quizá no importe tanto qué “dios” elijas, pero en el mundo real esa elección si tiene consecuencias eternas.
Nuestra lectura devocional se remonta a un tiempo en la historia del pueblo de Israel en el que vivían rodeados por los “dioses” falsos de su época, y en medio de toda esa idolatría, Josué les declaró que debían escoger a su dios y que no tenían que hacerlo descuidadamente, por ello los desafió al decirles: “Pero si les parece mal servir al Señor, escojan hoy a quién sirvan: si a los dioses a los cuales servían sus padres cuando estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24:15).
- Tal y como en los días de Josué, hoy también tenemos muchas opciones de “dioses” a los cuales servir, pero al igual que en ese tiempo solamente existe una elección sabia, elegir al Dios verdadero.
- Servir al Señor implica servirlo en verdad y no tan sólo decir, pero no hacer.
HG/MD
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado” (Juan 17:3).