Lectura: 2 Pedro 1:1-11

Luego de una reunión donde se habló de las Misiones, una joven le dijo a una adulta mayor: “Sabe, se me hace difícil lograr tener interés por este asunto de las misiones”.  “Bueno querida”, le dijo la mujer mayor, “quizás la mejor forma de explicarte lo que sucede es la siguiente; este es un asunto muy similar a los intereses que ganas en un banco.  No obtienes ganancias de la noche a la mañana.  Se debe invertir en el banco y tendrás que dejarlo ahí por bastante tiempo para empezar a obtener ganancias o intereses.  Si se tiene paciencia, con el tiempo verás los frutos”.

Este un principio muy simple, pero verdadero.  Si no tienes interés en algo, es posible que hayas puesto muy poco tiempo o esfuerzo en ello.  Algunos dicen que sienten muy poco interés por el estudio de la Biblia; esto probablemente se debe a que muy pocas veces has abierto tu Biblia para leer por más de 2 minutos, ni se han tomado el tiempo para leer un Salmo, meditando en todas las emociones, historias y enseñanzas que encierra ese Salmo, haciendo que su corazón rebose de alabanzas para Dios, y por supuesto no conocen lo que es una concordancia, ni mucho menos hacer un estudio bíblico por medio del método inductivo  ¿Alguna vez te has tomado el tiempo para leer de forma completa una de las epístolas de Pablo, para captar todo el mensaje que el apóstol quería transmitir a la iglesia local a la cual le escribía?

Si aún no has hecho esto, es comprensible que no tengas un interés genuino en el estudio de la Biblia.  El apóstol Pedro en su carta insistió sobre la importancia de ser constantes y esforzados en la vida cristiana, si en realidad queremos ser fructíferos (2 Ped.1:5-10).

  1. Posiblemente aun insistas en que tienes poco interés por las misiones, por el estudio de la Biblia o por el discipulado de otras personas, pero te lanzamos la siguiente pregunta y desafío: “¿Alguna vez has tratado de hablar con alguien o te has ofrecido de voluntario para algún ministerio en tu iglesia? Si tu respuesta es no, quizás es hora de invertir un poco de esfuerzo en la obra de Dios.  Te asombrarás de los resultados que obtendrás.
  1. Sólo se obtiene interés cuando se invierte. “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Mateo 6:21)

HG/MD

“Si tenéis estas cosas y abundan en vosotros, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Ped.1:8)