Curiosidades
La lógica establece que sólo hay una «verdad» objetiva para cualquier afirmación específica. Las afirmaciones contradictorias no pueden ser igualmente verdaderas. Por ejemplo, la frase «el hámster está en su jaula» y «la jaula del hámster está vacía», ambas no pueden ser verdaderas a la vez. Esta evaluación de la verdad se aplica tanto a asuntos espirituales como a temas lógicos o físicos. Es razonable afirmar que la Biblia es verdadera de una manera que excluye todas las demás declaraciones. Examinando la Biblia de la misma manera que lo haríamos con cualquier otro texto, podemos decir con confianza en que es, de hecho, verdadera.
La Biblia no sólo insta a los lectores a examinar sus propias creencias (1 Juan 4:1), sino que también elogia a quienes comprueban las afirmaciones espirituales de la verdad (Hechos 17:11). La Biblia plantea afirmaciones basadas en la historia y en testigos oculares (Lucas 1:1-4; 2 Pedro 1:16), conecta la creencia con la evidencia visible (Juan 20:30-31), y vincula las ideas bíblicas con el mundo visible (Salmo 19:1; Romanos 1). Jesús afirmó abiertamente que representaba una verdad exclusiva (Juan 18:37; 14:6). Así que la Biblia claramente debe interpretarse como verdadera, y exclusivamente verdadera (Juan 17:17).
La Biblia demuestra que es precisa cuando podemos comparar las afirmaciones bíblicas con la verdad verificable. La historia, la arqueología, la ciencia y la filosofía han demostrado que las Escrituras son correctas y consistentes. Esta correspondencia entre varias formas de evidencia es una gran ventaja que la Biblia tiene sobre las escrituras de cualquier otro sistema de fe. En muchos casos, ha sido el factor decisivo para convertir a los escépticos y no creyentes a la fe en Cristo.
Si la Biblia es verdadera o no es un tema distinto a la pregunta de si un pasaje en particular es «literal» o no. Es razonable decir que una frase o afirmación es verdadera, incluso si la verdad no se presenta en términos literales. Por ejemplo, si una persona dice durante una fuerte lluvia, «Está cayendo un palo de agua», la afirmación es cierta, pero no es literal. Las frases idiomáticas son para ser interpretadas. El mismo principio se aplica a las palabras de Juan con respecto a Jesús: «He aquí el Cordero de Dios» (Juan 1:36). Por supuesto, una persona podría exigir una explicación y que se le diga, basándose en pasajes del Antiguo Testamento, que Jesús no es literalmente un animal lanudo de granja, sino que Él es el cumplimiento de la Ley y el sacrificio divinamente elegido para redimir al mundo. La naturaleza figurativa de la declaración de Juan no hace que su declaración sea falsa, simplemente metafórica. Es bueno recordar que la Biblia se compone de sesenta y seis libros separados, y cada uno de ellos por lo general contiene diferentes tipos de literatura y una mezcla de lenguaje literal y figurativo.
Más que con cualquier otro texto religioso, tenemos la seguridad de que la Biblia es verdadera. La combinación de coherencia interna, la conexión con la evidencia y la relevancia de nuestra experiencia, hace que la Biblia sea única con respecto a otros libros. Como muchas obras religiosas, la Biblia afirma ser verdadera (2 Timoteo 3:16). A diferencia de cualquier otra obra religiosa, la Biblia apoya enfáticamente esa afirmación.
Fuente: https://www.gotquestions.org/Espanol