Lecturas del día: Mateo 27:35-36; Marcos 15:24; Lucas 23:34; Juan 19:23-24

Era una costumbre usual que los verdugos se repartieran entre sí las ropas del sentenciado, eran como una propina por ejercer esta función tan poco glamorosa. Como ya comentamos Jesús fue escoltado por un quaternium o compañía de cuatro soldados, lo cual reafirmamos al leer el texto: “tomaron los vestidos de Él e hicieron cuatro partes, una para cada soldado”.

Es importante destacar que el atuendo normal de un judío consistía en cinco piezas de vestimenta: calzado, turbante, cinto, túnica y manto exterior.  En el caso de Jesús tan sólo quedaba una prenda más por repartir: la túnica interior; era una pieza única sin costuras, esto coincidía con la túnica de lino que usada el sumo sacerdote (Levítico 16:4).  Recordemos que uno de los oficios ejercidos por Jesús fue la de Sumo Sacerdote (Heb.2:17).

Al ser una pieza con algún valor, si la cortaban en cuatro pedazos, resultaba en su destrucción, así que la jugaron entre ellos.  Toda esta escena nos recuerda a los animales carroñeros que se aprovechan de su presa cuando está muerta o pronta a morir.  Es triste pensar que estos cuatro soldados estuvieron tan cerca de Dios y tan sólo quisieron las cosas físicas que Él tenía, su interés fue meramente material, al igual que muchas personas que se acercan a Jesús tan sólo para aprovecharse de lo que representa; en algunos casos un buen nombre, en otros una posición social, en otras tan sólo una postura de santidad falsa, o con una actitud de mercader de la fe. Que desdichados son los que al igual que estos soldados, solo quieren lo externo de Jesús.

Ahí estaba Jesús despojado de sus vestiduras, expuesto a los elementos y a la humillación de los que lo miraban, le fue quitada su cobertura externa, su ropa, cumpliendo de esta forma la profecía de Salmos 22:18; sin embargo lo interno, lo que estaba en su cabeza y en su corazón, permanecerían intactos, el plan de Dios continuaba firme.

  1. Jesús era más que sus vestiduras, recordemos eso la próxima vez que pensemos en lo que realmente es importante en la vida.
  1. ¿Por qué te has acercado a Jesús y por qué le sigues?

MD/HG

Jesús: Es despojado de sus vestiduras, pero no de su esencia.  “Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su manto y lo partieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. Tomaron también la túnica, la cual no tenía costura, sino que era de una sola pieza, tejida de arriba abajo” Juan 19:23.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.

Imágenes: Contributed by Good News Productions, International