Lecturas del día: Mateo 27:44; Marcos 15:32; Lucas 23:39-43.

El cielo se oscureció desde la hora sexta hasta la hora novena; según el sistema judío de medición lo anterior corresponde de las 12 mediodía a las tres de la tarde.  Las escrituras hacen un fuerte énfasis en que el sol se oscureció o se ocultó (que proviene de la palabra griega: ekléipo, hace referencia a: omitir, cesar, faltar, acabar), es como si el sol se hubiera negado a seguir dando su luz.

Este asunto es particular, es una señal sobrenatural que es muy apropiada pues este es el momento más sombrío de la humanidad, Dios mismo es quien está siendo sacrificado, debía existir tristeza y expresarse con este acontecimiento; estas sombras diurnas no coinciden con ningún tipo de eclipse de sol, ya que estos son fenómenos que son fácilmente calendarizados en el tiempo.

Otro aspecto un poco más sombrío de esta situación, es que este oscurecimiento repentino ilustra el juicio que se estaba llevando a cabo, no se nos debe olvidar que muchas veces en las escrituras la oscuridad está ligada al juicio (Isa. 13:10; Eze. 30:3, 18; 32:7, 8; Joel 2:2) y Jesús estaba pagando el precio del pecado de la  humanidad.

  1. Esta oscuridad también debe recordarnos nuestro estado: estábamos muertos y éramos gobernados por las tinieblas (Ef.2.1-2), hasta que fuimos rescatados por nuestro Señor (Ef.2:4-5).
  1. Gracias Dios por el amor demostrado en tu máximo sacrificio.

MD/HG

Jesús: La tierra quedó sumida en la oscuridad. “Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó sumida en la oscuridad, pues el sol se ocultó.” Lucas 23:44-45

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.