Lectura: Salmos 103:6-18
Sólo alguien muy tonto se toma el pecado a la ligera. La Biblia nos deja muy claras las consecuencias del pecado en nuestra vida y en nuestra sociedad. El pecado trae miseria y condena al que lo comete. A pesar que pareciera que el abogado “ágil”, libera a su cliente del castigo por su delito, esto tan sólo lo liberará temporalmente de la pena que merece.
En algunos momentos, cada uno de nosotros, hemos caído también ante la tentación del pecado y en el error de creer que no seremos corregidos, con lo cual nos engañamos a nosotros mismos.
Por malo que haya sido mi pecado o tu pecado, nunca será demasiado grande como para no haber sido cubierto en el Calvario. Debemos entender que Dios lo sabe todo y es por eso que Jesús tuvo que morir en la cruz. Esta refleja a un Dios que se ablanda por compasión a su Hijo, lo que nos muestra que es un Dios amoroso y justo que dio a su Hijo para que nuestro pecado fuera perdonado, y su justicia fuera satisfecha. La cruz habla más alto que nuestro pecado. Cuando el pecado susurra sus mentiras y confusión, Su Palabra y en especial Su sacrificio en la cruz nos anuncia verdad y aleja la oscuridad.
¿Dios es blando con el pecado? Absolutamente NO, la cruz evidencia eso. ¿Dios tiene misericordia para con los pecadores? Absolutamente SI, leamos Salmos 103:10: “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados”. Dios tiene piedad de nosotros, Él conoce nuestra condición y nuestra debilidad (Salmos 103:14). Es por ello que necesitamos de Jesús y de Su sacrificio en la cruz.
- La cruz es mayor que cualquier pecado que hayas cometido, reconoce tu necesidad de un Salvador.
- Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Rom.6:23) ¿Cuál es tu decisión?
HG/MD
“Compasivo y clemente es el SEÑOR, lento para la ira y grande en misericordia” Salmos 103:8.