Lectura: 2 Reyes 6:15-23
Existe todo un mundo que la mayoría de nosotros ignora, me refiero al mundo microscópico en el cual viven criaturas que son demasiado pequeñas, algunas tienen movimientos demasiado rápidos o lentos como para poder apreciarlas; no obstante, con el uso de tecnología moderna poco a poco hemos podido descubrir todo ese pequeño gran mundo.
Además de nuestra limitación para poder ver algunos detalles asombrosos e intrincados del mundo físico, este es un recordatorio de que nuestra capacidad para ver y entender lo que sucede en la esfera espiritual, es muy limitada.
Cada día Dios obra a nuestro alrededor haciendo cosas más maravillosas de lo que podemos imaginar y que somos incapaces de ver. No obstante, el profeta Eliseo sí llegó a ver la obra sobrenatural del Señor. Incluso, pidió al Señor que también le abriera los ojos de su temeroso colega para que pudiera ver al ejército celestial peleando a su favor (2 Reyes 6:17).
Sentir que no tenemos el control sobre todo lo que hacemos nos puede hacer ver como débiles e indefensos, e incluso podemos llegar a pensar que estamos solos en el mundo; pero Dios nos aseguró que su Espíritu quien mora en nosotros, es mayor que cualquier poder terrenal (1 Juan 4:4).
- Cuando el mal que podemos ver nos desanima, debemos pensar en la buena obra que el Señor está haciendo; aunque no lo veamos, Él está actuando para nuestro bien.
- Recuerda la clase de Dios en quien hemos creído, Él es el verdadero, el único, el todo poderoso, así que puedes confiar en Él.
HG/MD
“Por la fe Moisés… abandonó Egipto sin temer la ira del rey porque se mantuvo como quien ve al Invisible” (Hebreos 11:24, 27).
0 comentarios