Lecturas: Lucas 23:13-25; Juan 19:1-15.

Pilato cedió a las demandas de la multitud, perdonó al culpable y entregó al inocente. Si lo pensamos bien esta es una extraordinaria analogía de lo sucedido con cada uno de nosotros quienes hemos sido perdonados de la culpa del pecado, gracias al sacrificio de Jesús; tan sólo que en este relato lo vemos de la forma más gráfica posible, y somos testigos de la mayor injusticia de la historia.

Cuando Pilato entregó a Jesús a sus enemigos, estaba consintiendo para Él una muerte segura; sin embargo no solo hizo esto sino que ya había permitido que sus soldados lo golpearan y azotaran, este era un acto de total humillación y postración mediante el cual la víctima era despojada de su ropa, atada a un poste y golpeada con un látigo que infringía un gran daño a las víctimas, despojándolas de toda la fuerza que les quedara; y por si fuera poco, dejo que se burlaran de Él al dejar que en son de burla le colocaran en su cabeza una corona de espinas y un manto púrpura para indicar su condición de rey.

Pilato, sin quererlo se convirtió en parte del plan de Dios, en medio de aquel cuadro de terror e injusticia, Dios estaba actuando, mostrando el verdadero rostro de aquellas personas, y lo vemos cuando Pilato finalmente preguntó: “¿Acaso voy a crucificar a su rey? —replicó Pilato.” Los jefes de los sacerdotes contestaron: “No tenemos más rey que el emperador romano”.  Su dios era de este mundo, y ni Pilato, ni los líderes religiosos, y mucho menos la multitud que demandó su muerte, sabían delante de quien estaban, ni querían saberlo.

  1. Podemos reflexionar sobre las múltiples ocasiones que estas personas tuvieron para reconocer quien era Jesús, pero no debemos dejar de lado que a todos nosotros también se nos presentaron y aún ahora se nos siguen presentando oportunidades para aceptar el plan de Salvación.
  1. Dios estaba, está y estará en control, podemos confiar en Él.

MD/HG

Jesús: El justo por el injusto.  “Por fin Pilato decidió concederles su demanda: soltó al hombre que le pedían, el que por insurrección y homicidio había sido echado en la cárcel, y dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran” Lucas 23:24-25.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.

Imágenes: www.LumoProject.com