Lectura: Lucas 24:25-35; Marcos 16:12-13.
Luego de escucharlos detenidamente, Jesús los invita a reflexionar sobre su errado enfoque en el pasado, su mala interpretación de los hechos y lo evidente de su escaso conocimiento de las escrituras. Cómo pudieron haberse acostumbrado a que otros fueran los que interpretaran, que otros dijeran lo que era adecuado, que les indicaran que era correcto y que era incorrecto; habían propiciado que grupos como los fariseos y saduceos, con sus falsedades, los llevaran por caminos equivocados.
Es por ello que les dice: “¡Qué torpes son ustedes, les dijo, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas!”. Empieza a recordarles lo dicho en su Palabra, el Cristo tenía que sufrir, tal como se describe el Salmo 22 o Isaías 53. ¡Qué lentos han sido para interpretar las escrituras! El Señor hizo el recorrido desde Moisés, usando a todos los profetas, indicándoles que todo el Antiguo Testamento apuntaba a Jesús (Génesis 3:15; Números 21:6–9; Salmo 16:10; Jeremías 23:5, 6; Daniel 9:26, etc.); al llegar a su destino Emaús, le pidieron pasar la noche en sus casas, pues era muy tarde y el Señor aceptó.
Era costumbre en esa época que sin importar la hora, se le ofreciera al visitante un poco de pan (Lucas 11:5-6), cuán hermosos son los actos de hospitalidad y generosidad que podemos tener sin esperar nada a cambio, estos hombres no sabían quién era el que los había acompañado a su casa durante todo el camino. En medio de aquel cuadro de buena voluntad, y luego de que el Señor bendijera el pan, fueron abiertos sus ojos, le recocieron, y en seguida Él desapareció de su vista.
- El alto grado de inseguridad que vivimos en nuestros países y ciudades en general, por desgracia ha provocado que la hospitalidad y generosidad sean virtudes cada vez más difíciles de encontrar; sin embargo, propongámonos ser generosos y realicemos acciones de amor y desprendimiento con los que nos rodean sin esperar nada a cambio, eso le agrada al Señor.
- No es posible que no estudiemos, escudriñemos y amemos la Palabra del Señor, no es posible que seamos tan perezosos, de no tomar al menos cinco minutos leyendo su Palabra; si lo hacemos podremos comprender cuál es su voluntad para estos tiempos (2 Tim.2:15-16).
MD/HG
Jesús: Les desafía a ser estudiantes de la Biblia. “¡Qué torpes son ustedes, les dijo, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas!” Lucas 24:25.
Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.
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