Lectura: 1 Tesalonicenses 5:16-22

Un amigo siempre bromeaba conmigo y decía que todos los días tenía que tomar tres decisiones muy difíciles: “¿Qué iba a comer en el desayuno, el almuerzo y la cena?”  Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y en la mayoría de las grandes ciudades, se pueden encontrar restaurantes y comederos de las más diversas culturas: Oriente, China, India, Latina, Rápida, entre otras; realmente estamos mal acostumbrados por tener mucho de dónde escoger.

Y aunque este asunto de las comidas suene un poco superficial, la vida en sí está repleta de decisiones, algunas son sencillas de decidir como las comidas y otras más serias, quizás esto explique por qué las personas se preguntan constantemente cuál es la voluntad de Dios para sus vidas.

Descubrir la voluntad de Dios no necesariamente tiene que ser un proceso complicado.  El Señor nos ha provisto de muchísimos principios para la vida, que son sencillos y están claramente establecidos.  Tal como los siguientes:

  • “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo el bien hagan callar la ignorancia de los hombres insensatos” (1 Pedro 2:15).
  • “Porque esta es la voluntad de Dios, la santificación de ustedes: que se aparten de inmoralidad sexual” (1 Tesalonicenses 4:3).
  • “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).

Es por esto que si vivimos por fe y hacemos lo que la Biblia claramente nos dice, podemos estar seguros de que cuando lleguen las decisiones complicadas de la vida, siempre tendremos a la mano los principios bíblicos que hemos adquirido con el tiempo.

  1. Mas que tan sólo saber los principios divinos, debemos ponerlos en práctica.
  2. La mejor forma de conocer la voluntad de Dios, es obedeciéndole.

HG/MD

“Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).