Lectura: 2 Timoteo 3:10-17

Actualmente, existe una tendencia cada vez más popular en el cristianismo, de creer que se pueden mezclar creencias que son aparentemente inofensivas o “positivas”, no bíblicas, con la fe en Jesús.  Aunque dicen que creen en Jesús, quieren integrar a su vida principios del Budismo, Hinduismo y Nueva Era, piensan que tener una creencia adicional al cristianismo es otro paso para sentirse bien consigo mismos.

Con esta forma de comportarse, las personas están demostrando que en realidad no les importan mucho las doctrinas del cristianismo, y que más bien al agregar más creencias a sus vidas, buscan crear su propia religión a la medida; este sin duda es un territorio muy peligroso.

El verdadero creyente en Cristo acepta por fe y convicción que Jesús es el único camino a Dios (Hechos 4:12), y, por tanto, si somos congruentes debemos tener a la Biblia como inspirada por Dios y como fuente de autoridad e instrucción (2 Timoteo 3:15-16).  Las creencias espirituales deben tener su base en las verdades bíblicas y no en lo atractivas que puedan sonar.

  1. No confíes en una religión hecha en casa, y que contiene creencias de todas partes y gustos.  Tu fe debe ser el resultado de tu andar con Jesús, y basarse en las enseñanzas de la Biblia para nuestro tiempo.
  2. Examina  siempre a la luz de la Palabra de Dios, recuerda que todo entra por tus sentidos.

HG/MD

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia” (2 Timoteo 3:16).