Lectura: Salmos 23:1-6

Luego de abordar al avión, el capitán con voz muy seria indicó que tendríamos un atraso de 30 minutos para despegar debido a una congestión de tráfico en el aeropuerto.

Por supuesto estas no son buenas noticias cuando uno se encuentra dentro de un avión, un asiento incómodo, todos los controles previos a la salida y el cansancio del trabajo realizado durante el día; lo que más anhelaba luego de todo eso era que los 30 minutos literalmente volaran, cosa que no sucedió. 

No obstante, mientras todo esto pasaba me puse a ver por la ventanilla un pequeño espacio verde, rodeado literalmente, por todo el cemento de las pistas del aeropuerto; un hermoso remanso de frescura en medio del ajetreo de los aviones, cargamentos, pasajeros, personal de mantenimiento y seguridad.

Como pastor experimentado David también sabía que era necesario e imprescindible encontrar campos verdes para sus ovejas.  Debido a ello, en el Salmo 23 comparte mucho de lo que como pastor había aprendido y anhelaba ahora como pastor de un rebaño de personas, mucho más difíciles de manejar que sus queridas ovejas.

De igual forma, Dios quiere que hoy encontremos esos campos verdes para descansar, alimentarnos y para tener comunión con Él.

  1. En estos días de tanto ajetreo, busca ese campo verde para leer su Palabra y para meditar en ella, verás que pronto vendrá a tu vida el confort y descanso que tu alma necesita.
  2. Todos necesitamos descansar para recuperar fuerzas y encarar los nuevos desafíos que nos presenta la vida, así que ora a Dios y pídele que te guíe en este proceso.

HG/MD

“El Señor es mi pastor; nada me faltará.” (Salmos 23:1)