Lectura: Esdras 4 – 6.
En la obra de Dios siempre experimentaremos oposición de todos los lugares, interna y externamente, como en este caso. A veces es muy sutil, otras veces abierta. Muchas veces no se nota, pero está en acción detrás del escenario.
La artimaña del soborno, del desprestigio y calumnia es la tarea de la gente vil que no tiene razones para actuar. Aquí tenemos la intriga, y el envío de cartas engañosas con la mala intención de hacer parar una buena obra, el Templo de Dios.
La vida nos enseña, que la gente envidiosa y egoísta, nunca va a desear el progreso de otros. Si su vecino tiene éxito, hacen campañas de desprestigio para enlodar a toda una familia.
1. ¿Quiénes fueron los enemigos en ese momento? ¿Quiénes son nuestros enemigos actuales? ¿Cuáles fueron sus tácticas para estorbar en la reconstrucción de Jerusalén?
2. ¿Cómo lograron estas personas detener la edificación del Templo? Los judíos duraron mucho en este proyecto, y para empeorar las cosas Ciro muere y se levantan nuevos gobernantes. ¿Qué nos enseña esto con respecto a cumplir a tiempo las tareas que emprendemos a nivel personal y como iglesia?
3. ¿Cómo logró Dios ponerlos en marcha otra vez? ¿Qué riesgos corrieron para obedecer a Dios? ¿Has corrido algún riesgo con tal de servir a Dios? ¿Cómo les ayudó Dios con la nueva administración persa? ¿Cómo les apoyó Darío II?
4. ¿Cómo celebraron el evento del cumplimiento de la obra de construcción? ¿Por qué era importante este edificio en el Plan de Dios?