Lectura: Éxodo 5:1-14; 22, 23

El encargado de la sección del Tiempo en los noticieros a veces señala su mapa y dice: “Mis amigos, ¡Me temo que las cosas van a empeorar antes de mejorar!”

Un pronóstico como ese bien pudo haberse aplicado a Israel cuando Dios se preparaba para librar a Su pueblo de Egipto.  El barómetro de acontecimientos descendía rápidamente, y el siniestro y oscuro cielo de la opresión pronto daría paso a una tormenta violenta y relampagueante de crueldad desatada por el faraón.

El faraón acusó a los esclavos hebreos de holgazanear en el trabajo (Ex.5:17).  Les multiplicaron el trabajo y la situación pasó de mala a horrible (Ex.5:18).  Moisés, humillado personalmente, clamó a Dios en su amargura y le pidió una explicación (Ex.5:22-23).  No podía creer que en muy poco tiempo se produciría el éxodo glorioso.

Sin embargo, nadie estaba frustrando los planes de Dios.  Antes de que las condiciones mejorasen para sus hijos, Dios los probó permitiendo que su sufrimiento aumentase.

Incluso cuando somos obedientes al Señor, los cielos de la adversidad podrían no despejarse de inmediato.  Las circunstancias pueden empeorar antes de mejorar.  Pero, ¡Alabado sea Dios!  ¡Su Gracia nos sostendrá y la tormenta pasará!

  1. Nunca está más oscuro que cuando va a amanecer.
  1. Recuerda siempre: ¡Su Gracia nos sostendrá!

NPD/MRD