Lectura: Hechos 24:10-21
Nuestra naturaleza lleva un sistema judicial interno incorporado, la conciencia, la cual nos elogia cuando hacemos lo correcto y nos condena cuando hacemos lo malo. Pero este monitor de moralidad vital no le dice lo mismo a todo el mundo. En algunas culturas, el asesinato vengativo se ve como algo honorable. En otras, se le sigue considerando buena a una persona aun cuando esta traiciona a un amigo.
Una historia tomada de The Philadelphia Inquirer ilustra este problema. A un muchacho de doce años lo pillaron robando un reloj de pulsera. Le dijo a la policia que anteriormente habia robado un regalo para su madre, y creia que ahora tenia que hacer lo mismo por su papa. Aunque se sentia atribulado por desairar a su padre, no tuvo reparos en robar.
Debido al pecado, la conciencia no es de confiar y necesita un ajuste continuo. Esto comienza con una relación correcta con Dios por medio de la fe en Jesucristo. El pagó el castigo por el pecado, y ahora nuestros corazones están «purificado[s] de mala conciencia» (Hebreos 10:22). Pero esto no hace de la conciencia algo obsoleto. Al estudiar las Escrituras, el Espiritu Santo pone nuestro monitor interno en una frecuencia tal que nos sintoniza con las palabras, las obras, y las actitudes del Señor Jesús.
1. Deja que tu conciencia te guie. Recuerda sólo es válido si la Palabra de Dios está guiando tu conciencia.
2. ¿Dónde está sintonizado tu corazón?
NPD/DJD