Lectura: Hechos 4:1-22
Un cadete militar se hallaba en posición de atención durante un desfile de entrenamiento militar cuando saludó a uno de los espectadores. El instructor se dirigió al joven soldado y le dijo en tono de reprensión: “¡Cadete! ¡No vuelva a hacer eso jamás!” Sin embargo, cuando la compañía del muchacho pasó marchando por el puesto de revisión, el joven saludo una segunda vez. Cuando las tropas estuvieron de vuelta en los cuarteles, el instructor caminó amenazadoramente hacia el joven cadete y le dijo en un fuerte tono: “¡Le dije que no saludara!, ¿Es que no me tiene miedo?”. “Sí señor” – contestó el joven – ¡Pero usted no conoce a mi madre!
Pedro y Juan habían incomodado a la “élite” religiosa de Jerusalén. A los hombres de poder de la ciudad les perturbaba el mensaje que predicaban los dos discípulos y los milagros que acompañaban sus predicaciones. Su misión era detenerlos. Es por ello, que tanto Pedro como Juan fueron detenidos y encarcelados. Tenían razones de sobra para tener miedo. No obstante, el día siguiente enfrentaron a sus acusadores con gran valor. “…Juzguen ustedes: ¿Es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes antes que a él?” (Hechos 4:19) Temían a Dios más que a sus perseguidores.
Si nos sentimos tentados a callar cuando deberíamos salir en defensa del evangelio, debemos recordar que podemos hablar y actuar con convicción porque conocemos a nuestro Dios. Su autoridad sobrepasa a todas las demás.
- Es a Dios a quien tenemos que agradar.
- Si temes a Dios, no tendrás que temer nada más.
NPD/HWR
Me hace pensar bastante en las veces que uno debe compartir el evangelio, pero no lo hace por temor o por verguenza, cuando con los discipulos esto no era asi.
El agradecimiento a Nuestro Padre Celestial se refleja cuando hacemos su voluntad, poniendo en práctica Mateo 28.18-20, Vayan pues a las gentes de todas las naciones y háganlas mis discípulos, muchas veces existe el pretexto de que por el trabajo no nos da tiempo, pero si somos conscientes, para Dios no hay nada imposible, confiemos plenamente en Él. linda enseñanza, bendiciones.
Insta en tiempo y fuera de tiempo !!!recordemos que Dios nos mando a predicar el evangelio a toda criatura …
No debemos temer si tenemos a Dios en nuestro corazon.
Hay que ir y hablar e enseñar lo que dice la palabra de Dios sin miedo y con el valor que nos da El que todo lo puede.gracias y sigan adelante.
Amén!
La lectura me hizo recordar años atrás, cuando recibí a Cristo, los pleitos horribles con mi madre. Ahorita hasta leemos juntas la biblia y le leo este devocional. La acaban de mastectomizar por un ca de mama y Dios como siempre obrando y proveyendo a cada momento.