Lectura: Mateo 24:32-44
Me contaba un amigo que su padre tenía un ministerio el cual lo llevaba a dar conferencias bíblicas por muchas ciudades e iglesias. En numerosas ocasiones su madre acompañaba a su padre, razón por la cual él y sus hermanos se quedaban solos durante esos periodos. Ellos disfrutaban mucho esos momentos de vida “independientes”, pero había una labor que odiaban de sobremanera: lavar los platos.
En una de esas veces, trataron de posponer la tarea por todo el tiempo que pudieron, apilando platos sobre platos, los vasos y cubiertos sucios se acumularon por toda la cocina, el horno, y al final cubrían parte de la mesa, lo que hacía difícil poder comer. La noche antes de que sus padres volvieran, se arremangaron las camisas y limpiaron todo el desorden que habían causado. ¡Tomó horas, aquella limpieza! Me dijo con sinceridad estas palabas: ¡Qué vergonzoso hubiera sido que nuestros padres hubiesen regresado antes de lo esperado!
Nosotros no sabemos cuándo exactamente volverá nuestro Señor en su segunda venida (Mateo 24:36, 42, 44), no conocemos cual día vendrá por nosotros (1 Tesalonicenses 4:13-18); razón por la que no debemos volvernos perezosos en nuestro andar en la fe. El momento de su aparición podría ocurrir en cualquier instante, lo cual debe ser un motivador suficiente, para que nosotros permanezcamos como “siervos fieles y prudentes” (Mateo 24:45) y que vivamos y “tengamos confianza y no nos avergoncemos delante de Él en su venida.” (1 Juan 2:28)
Cristo volverá, tal como lo prometió, quizás pueda ser hoy mismo. ¿Tienes platos sucios? Este es el momento de limpiarlos.
- Debemos vivir como si Cristo hubiera muerto ayer y volviera hoy.
- El Señor vendrá pronto por nosotros: “Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tesalonicenses 4:16-18)
HG/MD
“Por tanto, aliéntense los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).