Lectura: Éxodo 14:1-14

¡No te muevas! Eso es una cosa difícil de hacer para cualquiera.  A todos nos gusta estar ocupados y en movimiento.

Después de años de ministerio activo, me salí de todo por varias semanas mientras estaba luchando entre la vida y la muerte.  Durante ese tiempo me enteré de que yo no era indispensable. Mientras me “quedaba quieto”, la obra de Dios se continuaba sin mí.

Debo confesar que fue una lección difícil de aprender debido al orgullo.  Ciertamente me humilló.  Me sentí como si me hubieran quitado una parte de mi ser, pero me enseñó algo que yo debía aprender solamente al “quedarme quieto”,  el Señor podía vivir sin mí, sin embargo  yo tenía que depender de Él.

Los israelitas tuvieron que aprender esto cuando estuvieron frente al Mar Rojo. Cuando los egipcios venían atrás de ellos y no había escapatoria, sólo desierto , montañas lejanas y un mar que se extendía delante de ellos,  en ese predicamento Moisés les dijo: “No tengan miedo. Sólo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy” (Ex.14:13-NTV).  ¡Oh, cuán preciosas son las lecciones que Dios nos enseña cuando nos enteramos de que Él puede manejar cualquier problema y que Él hará maravillas mucho más allá de nuestra comprensión.

1. ¿Te están obligando a “estar quieto”?  ¿Has aprendido algunas de estas lecciones?  Si esto es así, entonces tu vida se ha enriquecido, y yo sé que aun ahora a pesar de ello, puedes alabar a Dios por su maravilloso actuar en tu vida.  ¡Agradécele hoy, por esas situaciones en las cuales sólo te quedó como último remedio acudir a Él! ¡No te muevas! ¡Dios quiere hablar contigo!

2. No dejes que los problemas te depriman, deja que te recuerden que debes mirar hacia arriba, buscando Su ayuda.

NPD/MDH