Plan de Lectura: Salmos 105 – 106 & Proverbios 3.
La boda se realizó conforme a todos los reglamentos del caso. Primero se celebró la ceremonia civil; después, una muy sentida y emotiva ceremonia religiosa. La novia, con vaporoso vestido blanco; el novio, de riguroso jaquet; la música, las flores, las velas, los anillos: todo estaba en perfecto orden.
Lo único que diferenció este matrimonio de otros fue el altar ante el cual se juraron los votos. Georgina y Bruce, una pareja de jóvenes de Virginia, Estados Unidos, solicitaron casarse frente a la sepultura de los padres de ella. “Mis padres estuvieron casados cincuenta y un años en la mayor fidelidad —explicó Georgina—. Yo quiero casarme frente a sus sepulcros para decir con eso que yo también creo en la perdurabilidad del matrimonio.”
A pesar de lo extraño del sitio de la ceremonia, no podemos menos que admirar los ideales de esa pareja. Ya sea que el matrimonio se celebre frente al sepulcro de padres fieles, o en una iglesia, siguiendo la más estricta liturgia eclesiástica, lo que aquí sobresale es ese propósito sano, puro y bíblico de establecer la unión matrimonial hasta que la muerte los separe.
Uno de los propósitos más claros de las Escrituras es incentivar nuestro conocimiento de Dios y la alabanza que Él merece. Otro es mostrarnos la necesidad de Él y nuestra debilidad para que le busquemos más fielmente.
1. Salmo 105. ¿Cuáles fueron las obras que Él hizo por Israel? ¿Qué ha hecho Dios en tu vida hasta este momento? ¿Por qué es importante que demos testimonio de Él a otros?
2. Salmo 106. Como siempre los salmos nos narran los buenos y malos tiempos del pueblo israelita con Dios, y este es un claro ejemplo al contrastar la fidelidad de Dios y las infidelidades de Israel. ¿Qué concepto tienes de los israelitas al leer este largo salmo? ¿En qué te identificas con Israel a través de tu historia personal? ¿Por qué crees que fallaron tanto? ¿Por qué no los ha dejado Dios? ¿Qué crees que el Espíritu de Dios quiere enseñarnos al leer este salmo?
3. Proverbios 3. ¿Por qué debemos los padres enseñar, aconsejar y exhortar a nuestros hijos en los caminos buenos? ¿Cuáles son los peligros comunes de la juventud? ¿Qué buenas consecuencias hay para motivarles a caminar con Dios? ¿Qué advertencias hay para guardarles del mal camino?