Lectura: Lamentaciones 3:22-33
Un día de otoño, una pareja fue de paseo por la hermosa ruta panorámica de Trail Ridge Road en Colorado desde Grand Lake pasando a través de Parque Nacional de las Montañas Rocosas y dando la vuelta por Estes Park. Este es un estimulante paseo a través prados, montañas y cascadas. Cada curva en el camino les presentó otro paisaje inesperado, imponente y con una vista sorprendente. Cuando se hacen este tipo de paseos y salimos de la ciudad estamos haciendo higiene mental y nos desprendemos del stress del día a día.
De alguna manera, el vivir para Jesús es como conducir por una carretera de montaña llena de curvas, valles y paisajes inesperados. En cualquier momento nos podremos encontrar en las profundidades de un valle, donde no podemos apreciar las hermosas montañas a la lejanía. Pero cuando nos encontramos en esos valles que en ocasiones pueden ser tenebrosos, podemos estar seguros que podemos encontrar el coraje y la fuerza en Dios para seguir adelante.
“Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.” – Salmos 23:4
La Palabra de Dios nos dice que las misericordias y bondades; son “nuevas cada mañana” (Lamentaciones 3:22-23). Del mismo modo cada nuevo día nos presenta un desafío diferente, el Señor revela la belleza de Su carácter, el cumplimiento de Sus promesas, y la provisión de la oferta de Su gracia.
No sabemos lo que el hoy nos puede traer. Pero sí sabemos esto: que Dios nos va a sorprender con Sus inagotables y siempre nuevas misericordias. Aun en las profundidades de los valles tenebrosos, Sus montañas son mucho más impresionantes.
1. Confía en Dios, pon tu fe en acción, Él sabe lo que es mejor y quiere hacer de ti, una mejor obra maestra.
2. Donde Dios guía, Dios provee.
NPD/DCE